En su cuarta edición, el Esmorga Fest de Sarria (Lugo) ha ampliado el cartel a dos días. Más jarana que nunca, cumpliendo con el título de la novela que le da nombre y con el pecado capital con el que nació este festival.
Y es que todo empieza como una fiesta de cumpleaños que se va de las manos. Ese es el mantra que rodea al Esmorga Fest y también seguramente la clave de su éxito. Gente organizando a su manera, derrochando buen gusto.
Y así fue como, si en los años setenta las pandillas de media Galicia peregrinaban a la sala Litmar de Sarria para ver a artistas como Massiel, Juan Pardo, Dúo Dinámico y Al Bano, ahora lo hacen para disfrutar de bandas como Bulto, Favx, Disco Las Palmeras!, La Plata, Jardín de la Croix, Nudozurdo, Cala Vento y Mujeres.
Cuarenta años de diferencia, pero el esquema se repite. Por un lado, fans con ganas de bailar y pasar un buen rato. Por otro, el templo en forma de discoteca. Sus pretenciosos frescos en los techos y la decoración rocambolesca de las paredes como testigo de la buena música.
El Esmorga Fest empezó el viernes puntual, uno de los atributos de una organización que se podría calificar de perfecta. El metal «riquiño» de Bulto fue todo un chute de intensidad para arrancar motores. Una vez desplegados los temas de Supermercados Buitre, el público solo quería más.
Llegaron los madrileños Favx, recién aterrizados de su gira por Reino Unido. Una vez más, colocaron avisos a la entrada: son un grupo que toca muy alto. No hubo problema. Si los ánimos no estaban del todo caldeados, la temperatura subió considerablemente con los himnos de su álbum Welfare. ¿Rabia millennial? Eso. O el ruido del siglo XXI.
A continuación Disco Las Palmeras! estrenando su nuevo trabajo. Fue un concierto, para algunos, de menos a más. «Cálida» suena a pop más melódico, con cadencias in crescendo pero siempre armoniosas. Hacia el final dejaron paso a canciones antiguas con más mala leche como el «Cállate la boca» de Asfixia y «¡Arde la casa cuartel!» de Nihil obstat.
El dream pop de Presumido, con una puesta en escena más que destacable, y el electro de Kadett GSI cerraron las actuaciones de un primer día que ya por sí solo mereció la pena.
Sábado. Se esperaba más asistencia y el escenario de la Sociedad Recreativa La Unión se fue llenando para escuchar el punk ochentero de las madrileñas Amparito (¿demasiado volumen?), el indie rock de The Handicaps y el pop nueva ola de los valencianos La Plata. Estos últimos se marcaron uno de los mejores directos del festival.
Ya de vuelta en la sala Litmar, la noche fue una sucesión de bolazos. Los primeros fueron Rayotaser, que dieron paso al rock matemático de Jardín de la Croix, en el que fue otro de los grandes recitales del festival. Los experimentados Nudozurdo no fallaron y como de costumbre no dejaron a nadie descontento.
Tras ellos, los jovencísimos Cala Vento fueron como un soplo de aire fresco, al que siguieron WAS y la diversión de Mujeres. Pálida, otro habitual del Esmorga Fest, se encargó del broche final. Aquí, a diferencia de la novela, un final feliz.