El ciclo como Emergente de la Semana de Labs Trapp llega a su fin, pero se despiden a lo grande con una entrevista en la que nos dan su opinión sobre el estado de la cuestión de la música española, sus influencias literarias y lo que cuesta sacar un disco. Además, no nos perderemos su paso por Madrid el próximo 6 de mayo.
Según vosotros, ¿cuándo una banda deja de ser emergente? ¿Os incomoda ese adjetivo?
Una banda deja de ser emergente, creemos, cuando deja de perder dinero al dar conciertos. Podríamos dar una explicación bastante más larga, pero creemos que esa frase sintetiza muy bien nuestra opinión al respecto. A nosotros no nos incomoda para nada ese adjetivo; nos define. Somos emergentes, ¡y a mucha honra!
Intuimos que la dedicación a la música ocupará un espacio muy grande de vuestro tiempo. En vuestras relaciones laborales, diarias, personales…¿qué lleva consigo el ser músico?
Ser músico es el nuevo sadomasoquismo. Conlleva perder dinero, no dormir, hacer viajes larguísimos apretado en un coche, sufrir cuando las cosas no salen, ponerte nervioso cuando sí y rechazar cientos de planes, personales y profesionales, por salir ahí fuera y defender una idea en la que, muchas veces, solo crees tú. Y aun así es apasionante.
¿Creéis que el modelo actual musical ayuda a las bandas emergentes? ¿En qué creéis que es necesario hacer (o no) cambios?
La verdad es que los músicos de hoy en día somos un poco menos. Si bien es cierto que la vieja era dorada de las discográficas está más que muerta, las cosas no están tan malitas como solemos decir. Nunca había sido tan fácil que una banda que tuviese algo que decir lo gritara a los cuatro vientos. Hay que trabajar como descosidos para que le llegue a la gente, pero tenemos más herramientas que nunca para hacerlo y, además, vivimos en la era con mayor acceso a la cultura de la historia. Muchos grupos se quedan en el limbo fantaseando con la posibilidad de que una gran multinacional los fiche y lamentándose porque no lo hacen, pero eso solo es quitarle tiempo a lo que de verdad funciona: trabajar, trabajar y trabajar.
¿Qué opinión tenéis de los festivales que inundan la programación?
Mentiríamos si dijéramos que no nos encantaría formar parte del cartel de alguno. Sin embargo, estamos un poco desencantados porque una banda independiente, autogestionada y emergente como nosotros, por muchos méritos que haga, va a tener las puertas de los festivales cerradas si no tiene el contacto adecuado o si no tiene la enorme suerte de ganar un concurso de bandas. Nos resulta además gracioso que la gran mayoría de festivales de este país se etiqueten a sí mismos de festivales indies cuando lo más independiente que tienen en su cartel es el sponsoring de alguna marca artesanal de cervezas. Parece que el indie ha pasado de ser una manera de entender la industria musical a ser un género.
Parece ser que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se reducirá al 10% el IVA de la música en directo, ¿qué suponen estas pequeñas victorias en el mundo emergente?
Aunque nos alegramos infinitamente, creemos que son pequeños regalitos envenenados. No podemos relajarnos y quedarnos con que han bajado el IVA por acudir a conciertos si factores como la abusiva tasa de autónomos o el altísimo precio de la cultura nos siguen impidiendo hacer nuestro trabajo. Hay que seguir conquistando victorias, siempre, sin dormirnos en los laureles.
¿Cómo os preparáis para un concierto?
Podría decir que semanas antes de un concierto importante nos encerramos tres días de cada siete en el local a pulir el set list y cada movimiento del show al milímetro hasta que todo está perfecto, pero sería mentira. En realidad nos llevamos unas litronas al local y vemos capítulos de Rick y Morty.
Para quien no os conozca, quienes sois, qué hacéis y cómo no cambiáis vuestra descripción de Facebook.
¡Hola, desconocido! Somos Labs Trapp, una banda de colegas de Toledo que hacemos rock alternativo y sudamos escenarios. Al bajo, Carla; Gonza a la guitarra; Javi a la voz y Poty a los tambores. No cambiamos nuestra descripción de Facebook porque creemos fervientemente en la memoria histórica.
Hace unos meses publicasteis Héroes (Zenit), primera parte de un disco doble si no tenemos mal entendido. Contadnos sobre el proceso de creación y grabación.
Hace un año y pico, cuando dimos nuestro primer concierto con Carla, nos estuvimos emborrachando al acabar el concierto con una chica que nos había visto de casualidad y decía que le había gustado. Estuvimos hablando de nuestra pasión común por [David] Bowie y nos contó una historia de amor increíble que ella había vivido y que había comenzado con «Life on Mars?». Eso fue mes y medio antes de que El Duque muriera y, cuando a principios de enero nos despertamos con la noticia, empezamos a componer como locos para cantar todo lo que nos había contado esa chica. Era la primera vez que contábamos una historia que no fuese nuestra directamente, pero las canciones fluían y hacía mucho tiempo que no nos sentíamos tan cómodos componiendo, así que seguimos con ello. Durante el verano nos exiliamos en una casa en medio de la nada, en la Sierra de Segura para dar los últimos brochazos a las canciones. A la vuelta, comenzamos la producción de la mano de Diego Arroyo, y estuvimos enclaustrados primero en el Lo-Fi Studio de Madrid y finalmente en los Black Noise Studios de Toledo, donde Carlos Mora hizo magia con la materia prima que le llevamos.
El cuento de Juan Palomo se repite una y otra vez en el mundo emergente, ¿libertad de creación o necesidad económica?
Un poco de ambas. La verdad es que esta ha sido la primera vez que hemos trabajado con alguien a la producción y, aunque nos ha costado cabezonerías y algunas peleas, hemos aprendido muchísimo trabajando con Diego [Arroyo]. Trabajar con más gente enriquece siempre, y no tiene por qué afectar a la libertad creativa siempre que exista sinergia con el equipo con el que trabajas, pero también es cierto que grabar un trabajo, por pequeño que sea, es extremadamente caro y nosotros teníamos el dinero muy, muy justito. Tanto Diego como Jaime Summers con su estudio, o Carlos Mora con la mezcla y el máster nos han echado una mano se han volcado con nosotros como si tuviésemos más dinero del que en realidad tenemos. Nos habría encantado, por supuesto, simplificar algunas fases del proceso o poder dedicarle más tiempo a algunas cosas, pero, como decís, las necesidades económicas también tienen imposiciones y a veces no es como quieres sino como toca.
Quien os haya seguido en anteriores discos (anteriormente publicasteis dos más), habrá notado un salto, un paso hacia adelante, hacia el vacío. ¿Qué más diferencias/semejanzas encontraremos entre ellos? Creemos que el fondo sigue siendo el mismo. Los que estamos ahí haciendo ruido somos nosotros. Sí que es cierto que en este trabajo hemos querido empezar a dar un salto de madurez, que sigue en marcha, para avanzar y encontrar nuestro propio sonido, más limpio, más definido y más cercano a nuestros referentes y a la música que suena en nuestra cabeza cuando componemos.
En vuestros anteriores trabajos, vuestros títulos tenían relación con la literatura y vuestras portadas con la pintura. En Héroes (Zénit) nos encontramos con Bowie. Único e (in)mortal. Somos un poquito freaks y sí que tenemos alguna referencia cultural maquillada por ahí a Las flores del mal de Baudelaire o incluso a Dámaso Alonso el título de una de las canciones está sacado de su poema Insomnio], pero es cierto que el gran homenajeado directa o indirectamente en este trabajo es David. Aún a día de hoy se nos hace raro pensar que ya no está. Bowie ha significado muchísimo en nuestras vidas, y poder rendirle homenaje, por pequeño que sea, a través de estas canciones y de la historia de estas dos personas que se enamoraron gracias a él nos parece poco, la verdad.
Siguiendo con esa vertiente artística, mientras una escucha el disco, sí que parece estar viajando por los diferentes estados anímicos de una relación. Igual que un viaje vital teniendo por copiloto a Caronte. La baterías te llevan a lugares marciales sacados de Metrópolis… ¿nos movemos hacia una tierra hostil?
¡Ni afirmamos ni desmentimos nada!
El primer single del disco ha sido «El ruido y la furia», el encuentro entre dos jóvenes una noche cualquiera en la Siroco… quizás el tema más positivo. Y desde luego uno de los temas que desde su primera escucha suena a single. Habladnos sobre su videoclip.
Volviendo al juanpalomismo, queríamos que las canciones fueran visuales; queríamos poder contar la historia con imágenes y con palabras, pero no teníamos dinero. Barajamos varias posibilidades, pero al final vimos que lo mejor era que Carla, que aparte de una bajista genial es una profesional de lo audiovisual, dirigiese esas historias. Reunimos un equipo de grandísimos profesionales y amigos y nos pusimos manos a la obra. Grabamos del tirón todos los videoclips de este EP y del siguiente para irlos sacando poco a poco. La verdad es que querer un producto que parezca profesional con medios amateur es muy complicado, y han sido muchísimas horas de trabajo, pero divertidísimo y muy enriquecedor.
Durante todo el disco hay cierto deje de furia o malestar, no sé si os hacéis mayores o sois unos viejóvenes. Sobre todo se nota en «La gran vaca amarilla», la más Rosendo, en la que Madrid (¡ay!) aparece como cementerio urbano. Vosotros que allí vivís, ¿así lo sentís?
A ratos, la verdad. Hemos tenido la suerte (o la desgracia) de haber vivido en varios sitios diferentes, pero Madrid siempre nos ha dado sensaciones contradictorias. Como si te lo pudiese dar todo en un día y quitártelo al día siguiente. Las letras de este disco son más palabras de aquella chica y su pareja que nuestras, pero en cierto modo sí que creemos que Madrid está llena de muertos vivientes, que viven por vivir, del trabajo a casa y viceversa, atrapados en la rutina. A veces, nosotros nos incluimos en ello.
Habéis sido finalistas de premios tan meritorios como Sandevid Gigante o BDcoder. ¿Qué suponen este tipo de plataformas para vosotros?
Al principio cuando te dicen que eres finalista de un concurso de bandas te emocionas, pero luego te entra el pánico. No solo por la oportunidad que supone y los nervios por ganar, sino porque te das cuenta de que, en cierto modo, te están haciendo competir contra compañeros; te están metiendo en una pelea con gente que está igual de jodida que tú así que, si no sabes ponerlo en contexto, un concurso puede ser algo muy peligroso. Al finaL, ganar no es lo más importante. Solo hemos ganado uno de las decenas a los que nos hemos presentado. Somos los eternos finalistas, el eterno segundo premio [risas]. Pero, aunque ganar y poder tocar en un festival grande, aunque sea veinte minutos para veinte personas sin prueba de sonido y al sol, hace maravillas en el currículum de una banda, nosotros hemos sacado algo mucho más valioso de los concursos: amigos y compañeros con los que hemos llegado a echarnos a la carretera. Y ese es el premio de verdad: compartir la música y llevarla lejos. Amén de que estamos un poco desencantados con el mamoneo y el nepotismo que hemos visto en algunos concursos, pero bueno.
Os encontráis en medio de vuestra gira de presentación, que os llevará por toda España a base de autogestión. ¿Qué le supone a una banda salir de su casa? ¿Es viable?
Le supone horas, kilómetros y perder pasta a veces. Pero también le supone la satisfacción de aprender, conocer gente y que gente te conozca y te transmita su cariño. Hemos vivido historias muy locas durante esta gira y la hemos peleado con uñas y dientes, pero, aunque a veces hayamos tenido que poner cincuenta euros de nuestros bolsillos, nos merece la pena. Y claro que es perfectamente viable. Es duro, muy duro, y requiere horas de trabajo y sacrificio, pero es viable a través del networking y la confianza mutua entre bandas que están en el mismo punto. Si una banda de Cádiz quiere tocar en Madrid y tú quieres tocar en Cádiz, ¿no está claro lo que hay que hacer?
¿Qué más fechas y planes tenéis en un futuro próximo? Tocamos este sábado en Burgos, el día 6 la vamos a liar muy gorda en la sala Maravillas de Madrid y tenemos por delante Sevilla y Toledo entre otros. ¡Si a algún lector le interesa, que pinche en nuestras redes, y ya de paso, nos den un like! <3