A pesar de no haber tenido ocasión de visitar la recién inaugurada Feria del Libro de Madrid hemos podido hacernos con algunos tebeos nuevos. Hablamos sobre Desde Abajo, una de las últimas publicaciones de la muy gamberra editorial Autsaider Cómics.
Aunque el Informe Tebeosfera 2016 revela que el año pasado se produjo un pequeño descenso en el número de cómics publicados en nuestro país, resulta difícil cuestionar el excelente momento que vive el noveno arte. Los tebeos llevan una buena temporada estando de moda y hoy es posible escoger entre un amplísimo abanico temático, con un número cada vez mayor de obra de autor en contraposición a los cómics de producción más industrial. Un ejemplo reciente de la primera categoría que acaba de caer en nuestras manos es Desde Abajo (Autsaider Cómics, 2017), el debut como novelista gráfico del tatuador, ilustrador y músico valenciano Don Rogelio J.
Desde Abajo muestra un mundo distópico, un estado policial de ambientación retrofuturista que recuerda a algunas añejas historias publicadas durante la década de los ochenta en revistas como la británica 2000 AD o la francesa Métal Hurlant. La premisa inicial de la obra es la prohibición de soportes físicos como libros o discos, de manera semejante a lo narrado en Fahrenheit 451 con la salvedad de la restricción del acceso a la cultura a vías exclusivamente digitales y bajo supervisión gubernamental. El objetivo final no es otro que generar conformidad con el sistema para así aplastar toda posibilidad de subversión, pese a lo cual una parte del movimiento underground consigue sobrevivir gracias a esfuerzos como los realizados por el personaje central: el locutor de radio Lobo Jack, que en su programa Desde Abajo retransmite fragmentos de la cultura popular del pasado donde la música ocupa un lugar insustituible.
Lo que he querido representar es una parodia de lo que estamos viviendo hoy en día. Es pura actualidad.
Desde Abajo fue publicado originalmente bajo la forma de fanzine autoeditado, lo cual se evidencia no solo a través de la inclusión en esta edición integral de las portadillas de sus cinco números, sino también en toda su filosofía e imaginario, empezando por unas páginas que aparentan haber sido dibujadas directamente a tinta en lugar de haber seguido el proceso más habitual de dibujo inicial a lápiz y entintado posterior (o algún equivalente digital). El horror vacui está presente en toda la obra y casi cualquier posible espacio en blanco ha sido rellenado con tramas mecánicas o realizadas a mano, generándose así una atmósfera asfixiante que remeda la que rodea a los personajes que pueblan esta pesadilla totalitaria. También son notables las cotas de incorrección política que se alcanzan en ciertos momentos y que han sido pensadas para incomodar, desde su explícito antierotismo hasta la aparición de una vicepresidenta del gobierno sospechosamente similar a la actual. Pero esta última no es la única semejanza entre realidad y ficción que hallaremos en la obra, a tenor de lo manifestado por Don Rogelio J cuando afirma que «Lo que he querido representar es una parodia de lo que estamos viviendo hoy en día. Es pura actualidad». Así, no es de extrañar que bajo la gruesa capa de feísmo que recubre Desde Abajo hallemos miserias demasiado parecidas a las que invaden nuestra propia cotidianidad.
