Lanzamos la vista atrás recordando a una banda que también fue emergente: Second se despidieron el pasado 5 de noviembre en Murcia y no quisimos perdérnoslo.
El domingo 5 de noviembre Second ponía la guinda a una larga carrera sin apenas descansos y que, según el propio grupo, ya necesitaba un punto aparte. Tras casi veinte años sobre los escenarios el grupo murciano se ha ganado el derecho a elegir cómo finalizar una gira, y en este 2017 no podían haberlo hecho de mejor manera: en su ciudad y con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.
No era la primera vez que tocaban en el Teatro Circo Murcia, ya en 2012 lo hicieron acompañados de un cuarteto de cuerda y tres metales en un concierto que sirvió para la grabación de su álbum 15 (Warner Music, 2012) que daba nombre a los quince años de vida del grupo.
Esta vez lo quisieron hacer a lo grande. Con toda una orquesta sinfónica al completo que ya tenía la experiencia de haber hecho algo similar con Vetusta Morla hace cuatro años, Second dieron un repaso a lo más selecto de su discografía («El eterno aspirante», «N.A.D.A.», «Rodamos», «Más suerte», «Rincón exquisito»…). No se dejaron casi nada en el tintero, si bien es cierto que echamos de menos algo de sus primeros discos en inglés, que esta vez prefirieron obviar y buscar una mayor comunión con el público con un concierto íntegro en castellano.
Durante más de hora y media la banda murciana liderada por Sean Frutos no se olvidó de quienes los han apoyado durante estos casi veinte años de vida del grupo y así es como asistimos a múltiples referencias de sus componentes a sus familiares y seres queridos. La mayoría, incluso, se encontraban entre el público y se dejaron ver. Así es como vimos a la abuela de Nando Robles emocionada, a los padres de Sean y Javi Vox orgullosos entre el público, a la mujer de Jorge entre bastidores e incluso a la hija de Fran Guirao en el primer anfiteatro.
Un concierto estéticamente perfecto y sin apenas estridencias que pone el punto final a su gira Viaje iniciático que comenzó hace ya dos años y que sirve como punto de inflexión al grupo murciano, que se tomará un largo descanso sin, de momento, fecha de vuelta. Y es que todo lo que empieza debe algún día acabar, incluso veinte años después.
