El pasado 18 de octubre el sello discográfico Oso Polita se presentó en sociedad en la sala El Sol de Madrid con las actuaciones de Garbayo, Gimnástica, Uniforms y Venturi.
Oso Polita. Un sello diferente: un puente entre el talento y tus oídos.
No lo decimos desde segundopremio: así se define Oso Polita en su folleto publicitario. Un nuevo sello independiente que celebró su fiesta de celebración el pasado jueves 18 de octubre en una noche donde la lluvia y las presentaciones televisivas turbadoras fueron protagonistas junto con la puesta en escena de sus cuatro proyectos alternativos. Echamos de menos a Alfredo Duro. Cuatro directos que destacaron frente a las conversaciones del público (tirones de orejas se merecen) y las inclemencias típicas del gris otoño. Las juventudes vienen pisando fuerte y así nos lo hicieron saber Garbayo, Gimnástica, Uniforms y Venturi.
Pasadas las diez de la noche, y después de esquivar a clientes de su vecino restaurante de comida (semi)rápida, nos presentamos en la sala El Sol con la conciencia de nuestro retraso horario. La bajada a los infiernos de la sala llegó acompañada de un vinílico presente y el citado folleto informativo. Mientras agradecíamos y sonreíamos, mentalmente le pedimos a Esperanza Gracia que el destino estuviera de nuestra parte y nos concediera la escucha en vivo de las cuatro bandas. Y así fue. Cada una de ellas contó con un escueto set list formado por cuatro o cinco temas, la medida perfecta para crear un incipiente interés en aquellos proyectos desconocidos o la confirmación de aquellos otros que ya forman parte de nuestra banda sonora vital.
Tras regatear a los congregados y adelantar almas por la izquierda, conseguimos situarnos frente al escenario mientras Garbayo ya había calentado la maquinaria. Su Sonido forestal (Oso Polita, 2018) había conseguido concentrar la atención del público, en ocasiones tan volátil, con sus letras urgentes y (casi) explícitas de pop rock clásico. Tras él, llegó el turno de Gimnástica, quinteto alicantino que contó con el favor del público en sus coreables estribillos y su ejecución del indie festivalero que en los últimos años parece planear sobre todos los carteles veraniegos.
Después de dos propuestas luminosas, Uniforms se encargaron de aportar una visión diferente y dejar que el shoegaze también tuviera su cuota de audición en la fiesta. Las jienenses-malagueñas (con una formación no habitual) demostraron que la salud del nebuloso dream pop en España pasa por una racha inmejorable con temas como «EDMP». Para terminar la fiesta, y con un público entregadísimo al que sólo le quedaba tatuarse el nombre en los rostros, nada mejor que Venturi y su directo. Desde su paso por Proyecto Waikiki, su maduración se ha visto reflejada en un directo más atronador y una energía contagiosa desde su primera nota. Con «Mi estúpida opinión» mostraron su mejor versión, pero no se olvidaron de sus orígenes con temas como «Las chicas vienen a vernos». En definitiva, Oso Polita ha firmado con cuatro bandas que comparten un factor común: su incipiente éxito.