Escuchamos el segundo disco de Dexist, un grupo de Barcelona cuyo talante electrónico revela su filia por la new wave, además del post-punk.
A menudo me llama la atención el relativamente escaso número de proyectos procedentes de Cataluña que terminan hallando acomodo en estas páginas: por ello, siempre me alegro de poder dedicar unas líneas a un grupo catalán. Pero lo cierto es que los barceloneses Dexist lo tenían fácil gracias a sus letras en idiomas peninsulares —siempre prefiero cualquiera de ellos al ubicuo inglés— y sonidos oscuros de corte electrónico.
De hecho, Dexist no tienen ningún reparo en describirse a sí mismos como un grupo post-punk, sonoridad que queda patente en Los no lugares (Musarañas Records, 2018). Publicado el pasado mes de mayo, este segundo trabajo de larga duración ha llegado menos de año y medio después de Eléctrica (Musarañas Records, 2018), su primer álbum. En Los no lugares, el dúo ha repetido con su propio guitarrista Àlex Almarza como productor e ingeniero, mientras que Santi Capote también ha continuado encargándose de la masterización. Dos de las diez canciones que componen este disco ya eran conocidas: «No tenim por» había formado parte del recopilatorio Monotemas #1 (La Nada Colectiva, 2017) mientras que la estupenda «Tu juego perfecto» fue adelantada como primer sencillo del álbum.
Con una reposada base rítmica puramente electrónica, esta última canción es uno de los temas más representativos de Los no lugares gracias al excelente contrapunto construido por la guitarra y la voz en los estribillos. Este último rasgo es compartido por la casi rockera «Escudos y lanzas», otra de las canciones que no resulta posible dejar de mencionar al hablar de este disco. «Lunar» y «1984» acentúan aún más el componente electrónico de Dexist, con escasas concesiones al rock y aún menos al baile. La intención de Dexist discurre por otros derroteros, y precisamente por ello encuentro de agradecer que en canciones como «100 días», «Nuevas sombras» o «No tenim por» un bajo eléctrico aporte algo de solidez de carácter más orgánico, llegando a recordar a The Cure en «Renacimiento». No es este el único de los referentes que podemos hallar en el sonido de Dexist, aunque si tuviera que encontrar parentesco con algún grupo nacional quizá señalaría a VVV, quienes ocupan un parecido espacio en el panorama sonoro actual. Pero en lugar de la declarada filia por el bakalao de estos últimos, Dexist muestran una mayor inclinación hacia el pop que podemos apreciar en su afán por crear estribillos memorables y un tanto sombríos.