El camino hacia el festival Tomavistas está jalonado por los eventos del ciclo Tomavistas Ciudad, con Mujeres, Futuro Terror y Melenas en su último cartel.
Fotografía: Eva Sanabria
Cámara Olympus OM-D E-M10 Mark III
Las suaves temperaturas disfrutadas últimamente en Madrid no han detenido la maquinaria invernal del festival Tomavistas. Al contrario, este benévolo clima —inesperado heraldo de la primavera y del cambio climático— ha servido para despertar el apetito del público por los grandes carteles festivaleros, remedados el pasado 22 de febrero por la presencia de tres notables grupos nacionales sobre el escenario del Ochoymedio Club.
La primera de las propuestas en ser presentada ante el público congregado en la sala fue la de Melenas. Tras un «buenas tardes» que aludía a lo temprano de la hora —aún no eran las ocho—, las pamplonesas procedieron a recorrer un repertorio procedente en su casi totalidad de Melenas (Elsa Records/El Nébula Recordings/Snap! Clap! Club, 2017), álbum homónimo que pronto dejara de ser la única pieza de su discografía. El pop con toques garajeros de Melenas se compone de la suave y bien afinada voz de contralto de Oihana destacando por encima de los sencillos acordes menores y mayores procedentes de su guitarra eléctrica, con la base rítmica a cargo de la esperable contundencia y el teclado aportando colchón o frases melódicas, según lo reclamado por cada canción. Entre estas, cabe destacar «Sales» y «Mentiras», con las que abrieron su actuación. Por supuesto, también sonaron las grandes canciones de su debut como «Gira» y «Volaremos», finalizando con la majestuosa «Cartel de neón».
Mis expectativas con respecto a los alicantinos Futuro Terror eran bastante altas. Ya los había visto en directo y, aunque aquel día no firmaron una mala actuación, sí quedaron un tanto sepultados bajo la bota de La URSS, dejándome convencido de no haber visto la mejor de sus noches. Pero un escueto saludo del vocalista y guitarrista José Pazos me sacó de mis reflexiones, justo a tiempo para escuchar «Tumba de cristal» a modo de primera salva. Un pequeño problema técnico —el bombo no consentía en quedarse en una posición fija— me permitió darme cuenta de que la camiseta no era la única prenda de la que el baterista se había despojado: o tal vez había optado por salir directamente en calzoncillos. Por fortuna, «El paso Dyatlov» vino en mi auxilio y el concierto continuó con el bombo ya sólidamente ubicado. Los miembros de Futuro Terror no tardaron demasiado en asomarse a su «Precipicio», el siempre efectivo tema que además de abrir da nombre a Precipicio (BCore, 2017), su último trabajo publicado. Y por fin llegó el momento en el que la banda amagó con retirarse, pero la amenaza se reveló falsa al son de los acordes de la fantástica «Salir de aquí», una canción que en directo cobra una fuerza insospechada.
Por último llegó el turno de Mujeres, el grupo más destacado de la terna escogida para esta velada. Pese a que estaba convencido de que este iba a ser mi primer encuentro con la banda, se me indicó que en realidad los había visto junto a los navarros Kokoshca algún tiempo atrás, en el único concierto celebrado en la sala El Sol que recuerdo con un sonido menos que estelar. Y tan poco memorable debió resultar el asunto que ni siquiera recordaba que los barceloneses Mujeres también habían estado presentes aquella noche. Pero esta ocasion estaba llamada a ser distinta, como dejó claro el pogo que comenzó incluso antes que el concierto. Tal nivel de entrega por parte de las primeras filas del público me convenció de no estar a la altura de las circunstancias y emprendí una retirada estratégica hacia el fondo de la sala. Pero no antes de presenciar un enérgico comienzo con «Vete con él» y la primera de las muchas invasiones del escenario que tuvieron lugar durante el concierto, velozmente sofocadas por el personal de seguridad. La excepción fue la protagonizada por Leire y María de Melenas, que salieron a escena y bailaron como si quisieran dejar claro que no habían mentido al afirmar que tenían muchas ganas de ver a Mujeres. Los barceloneses interpretaron «Un sentimiento importante» y su último sencillo, «Romance Romántico» con la actuación algo más que mediada y, con el fin de fiesta ya en lontananza, Yago afirmó que la sala les concedía cinco minutos adicionales. No necesitó añadir que les darían buen uso y pusieron fin a su concierto con una apoteósica versión de «Demolición», el famoso himno surf perpetrado a mediados de los sesenta por los peruanos Los Saicos.
Ya no quedaba nada por decir y así concluyó una nueva jornada del ciclo Tomavistas Ciudad, dejándonos un poco más cerca del propio festival. La próxima parada tendrá lugar el 14 de marzo en La Riviera, con Temples y Quentin Gas & Los Zíngaros. Las entradas están disponibles en Wegow.