Ya hace una semana que Viaje a Sidney y Una Vez Medianoche se aliaron para ofrecer un programa doble en el Café La Palma.
Fotografía: Eva Sanabria
Cámara Olympus OM-D E-M10 Mark III
En una decisión difícil de tomar, el pasado jueves 7 de marzo acudí una vez más al Café La Palma. Esa misma noche Los Ramblings presentaban su álbum de debut, el tan novísimo como esperado Poly-Love (Ciudad Oasis, 2019), pero finalmente me decanté por presenciar el programa doble preparado por Viaje a Sidney y Una Vez Medianoche. De las dos, esta última era la propuesta que me despertaba mayor interés, quizá por estar familiarizado con Amanecer (autoeditado, 2018). No importa que el álbum de debut de Una Vez Medianoche me hubiera parecido un tanto blandengue inicialmente, la potencia de su sencillo «Siento» había terminado por seducirme y avivar mi curiosidad por el proyecto de Pascal Chahin y David Cobos. Pero estos dos músicos no iban a actuar en solitario en el Café la Palma: un baterista los había convertido en trío para la ocasión.
Su actuación comenzó con un gran despliegue de energía, con los tres músicos aproximándose al escenario, blandiendo un foco mientras cantaban y con el público abriéndose a su paso como el mar Rojo ante Moisés. Una vez sobre las tablas, la banda no perdió el compás y abrió fuego con «Halos de sal», una de las canciones más notables de su primer trabajo. «Siento» no tardó demasiado en aparecer, en una interpretación brillante que, sin embargo, mostró algunas de las limitaciones que el formato de trío supone para la propuesta de la banda. Con todo, el pluriempleado Pascal consiguió defender airosamente el tema, enlazándolo con «Barcos de papel». Otras canciones destacadas fueron una «Piratas» no incluida en su álbum de debut y «Bomba exterior» —entre mis favoritas de la noche—, antes de recurrir a «Domador» como despedida. La amalgama de influencias que da forma a la propuesta de Una Vez Medianoche funcionó muy bien en directo, con una puesta en escena que hizo justicia a su repertorio y en la que los aires ochenteros quedaron muy diluidos en favor de una frescura que no les había supuesto.
Con unos componentes entre los que pude identificar a Francisco Jiménez (Capitán Sunrise), Carlos Piedra (Nada Personal), Koldo (El Pardo, Alborotador Gomasio) y Juan Pedro Gálvez (Capitán Sunrise), podría describir Viaje a Sidney como algo similar a un supergrupo, al menos para los conocedores de la escena madrileña. No obstante, poco puede decirse aún sobre este proyecto de intención pop rock, más allá de mencionar una capacidad de trabajo que en meses recientes los ha convertido en habituales de los escenarios de la capital. Viaje a Sidney aún no ha publicado su primer trabajo aunque, según reveló el vocalista y guitarrista Carlos Piedra, no falta mucho para que remedien este punto. Pero por el momento la banda continúa dando a conocer su propuesta en directo: tan solo un par de días después de esta actuación, Viaje a Sidney ofreció una nueva actuación en compañía de Capitán Sunrise en el Maravillas Club. De su paso por el Café La Palma me quedo con el recuerdo de la colaboración de Sandra Roncal en una de las canciones y el gran riff de guitarra de otra que fue presentada como «Presagios», además de la mencionada promesa al respecto de su inminente primer trabajo discográfico.