La semana pasada nos aventuramos en el nada recóndito centro de Madrid para ver a Los Marcianos en directo junto a Good Bye Lenin.
Fotografía: Eva Sanabria
El pasado sábado 13 fue un día de aventura y descubrimiento; al menos todo lo que pueda serlo una sesión de música en directo en una ciudad como Madrid. La «aventura» se debe a la sala donde el evento tuvo lugar: no solo jamás había visitado el Héroe Café Espectáculo, sino que incluso ignoraba su existencia. El «descubrimiento» fue algo menos señalado, ya que aunque nunca había visto en directo a ninguna de las dos bandas participantes, Los Marcianos son de sobra conocidos por estos lares.
Sus compañeros Good Bye Lenin eran la incógnita de la noche, que comenzó a despejarse en cuando pude apreciar los instrumentos dispuestos sobre el escenario. Dos guitarras, bajo y batería, todo en orden y dispuesto para llevarnos a terrenos potencialmente familiares. Incluso me aventuré a echar un vistazo en la abigarrada amalgama multicolor que suelen ser las pedaleras de los guitarristas: su interpretación es un saber mucho más arcano, aunque en ocasiones resulta posible deducir algo de las inertes cajas de metal. Finalmente el cuarteto subió al escenario y procedió a desgranar un repertorio inspirado por ese sonido que a menudo se denomina indie pop y evocador de propuestas como la de Vetusta Morla. Good Bye Lenin se desenvolvieron con solvencia, anunciando que estaban preparando su primer EP y dejándonos con el recuerdo de un buen número de temas entre los que cabría destacar «El gran invento» o «Histeria colectiva», además de una «Señales» que puso fin a su actuación.
Tras ser presentados por el maestro de ceremonias, llegó el turno de Los Marcianos. El cuarteto vigués salió a escena mientras sonaba un apropiado fragmento de Encuentros en la tercera fase (1977) y no tardaron en ofrecernos un amplio recorrido por su trayectoria discográfica, con un sonido que podríamos ubicar en la intersección de la inspiración «planetaria» —no me refiero a Marte, claro— con los grupos más guitarreros de Elefant Records. Las canciones del aún reciente Nuevo orden cósmico (Clifford Records, 2018) tuvieron la presencia esperable, pero además de «No soporto el amor» o «Fragil=Valiente» los marcianos tocaron un buen número de temas de su anterior trabajo —el álbum Una tormenta de canciones de amor a quemarropa (Clifford Records, 2016)—, llegando incluso a rescatar una «Odio» procedente de su primera maqueta. También pudimos escuchar «Contra el mundo» y «Supersónica», que formarán parte de su próximo trabajo. Sin embargo, las canciones más aplaudidas por un público tan devoto como conocedor de las letras de los vigueses fueron «Pauline» y la divertida «Consulta la prensa mañana». El final fue precedido por un amago de retirada tan breve que dudo que alguien lo tomara en serio, con la banda regresando para poner fin a la noche con «Una estrella apagada» y «220». Una buena dosis de pop para finalizar el Record Store Day.