Suko Pyramid continúa con sus malabares entre la psicodelia, el pop y la bossa nova con su nuevo tema, «Over-explained». Caos organizado desde Madrid.
Fotografía: Eva Sanabria
Sobre Suko Pyramid hablamos hace unos meses gracias a su sorprendente show realizado como telonero(s) de Fuckaine en el Moby Dick Club y no dudamos en tildar su proyecto de inclasificable. Tan inclasificable como bien acogido por sellos como Ground Control y festivales como Monkey Week. Al final todo queda en casa. El pasado 27 de mayo publicaron un nuevo tema, «Over-explained» y no dudamos en echarle un par de orejas. O más.
«Over-explained» es una vieja conocida para todos aquellos que han formado parte del sorprendido público en alguno de sus últimos directos. Un tema que ha ido acompañando a sus predecesores presentes en su último disco —Giant Baby’s Lullaby (autoeditado, 2018)—, una canción continuista dentro de su caos organizado. No sabemos si Suko Pyramid vivió en otra vida como técnico de sonido en Woodstock o llegó desde el pulmón del Amazonas para desembocar en la psicodelia brasileña, pero sí tenemos claro que de tratarse de un proyecto venidero desde Austin, Ontario o Leicester, su fama no se cerraría a sus familiares más cercanos, los modernos de corazón de Malasaña y picaflores musicales. Junto a Adrián Suchowolski (alma autoproductora de todas sus locuras) en Suko Pyramid encontramos a Max y Nelson Devereaux.
«Over-explained» ahonda en esa mezcla disfrutona de psicodelia, pop y bossa nova en apenas tres minutos. Una duración suficiente para revisar sus saltos discográficos y esperar con ilusión sus nuevas publicaciones. Jugar no sólo es cosa de niños: jugar te permite desasirte de las etiquetas de los mayores y presentar tu música al mundo sin filtros. Ni vergüenza. Sintetizadores para paliar el aburrimiento de las fórmulas reformuladas y tristemente habituales en nuestro panorama musical.
Es un tema que se sale (y « se sale ») de lo repetitivo. Ya por sí mismo es todo un hito que da y dará más y más que hablar, pero que además es parte de una clara trayectoria ascendente (sube como hicieron las odas: hasta tocar el cielo… « y más allá »)