Summer in the City continúa con talentos locales como Tangerine Flavour, que finalizaron la gira de presentación de No Hard Feelings en la sala El Sol.
Fotografía: Jorge Ferrer
El pasado viernes 5 de julio empezaban las fiestas del Orgullo LGTB y Madrid estaba repleta de gente, me tuve que emplear a fondo para esquivar a cientos de cuerpos que se dirigían en masa a la zona de Chueca. Desde luego había mucho que celebrar, pero aquella noche tocaba llegar a tiempo al concierto de los madrileños Tangerine Flavour y así lo hice.
Miguel Polonio (guitarra), Fernando Lima (bajo) y Pablo A. Martín (guitarra) —los dos primeros tocados con sombreros al más estilo cowboy— pisaron el escenario de la sala El Sol con la alegría y satisfacción que da el trabajo bien hecho. Y es que este trío de músicos lleva en lo que va de año más de veinte conciertos sobre sus espaldas presentando su último álbum, No Hard Feelings (autoeditado, 2018). Con este trabajo grabado en La Casa De Madera (Toledo) bajo la dirección musical del productor Alfonso Ferrer se visten de largo por primera vez, con once temas de cosecha propia.
Durante el concierto se pudo reconocer claramente su american style y algunos fraseos de voces al más estilo The Marshall Tucker Band o Tom Petty, como en su «Followin’ the Path of the Sun». En otros pasajes más eléctricos, como en «Love Hurts Me Again», se percibía un estilo más country rock, pero son los propios mandarinos quienes definen su estilo sin dejar que las etiquetas hablen por ellos. Son firmes cuando describen su propuesta como aquella que descansa sobre un lienzo de música tradicional americana en el que se recrean para componer, con referencias tales como Eagles, The Band, Wilco, America, The Byrds, Eric Clapton y muchos otros; sin hacer ningún tipo de menosprecio a estilos como el pop, el rock clásico, el soul o el blues, que incluyen medida y meticulosamente en sus creaciones.
De ello pudimos dar fe durante el concierto, en una sala cargada de energía: desde luego estos chicos se divierten y se saben mover en el escenario. Además tuvimos la oportunidad de conocer a su joven y reciente fichaje, el batería Pablo García Junior y un elenco de colaboradores que dio un sonido potente y compacto al bolo. Dani Romero en los teclados, Markus Wilson a la guitarra acústica y Clara Cañas a los coros.
Miguel, Fernando y Pablo son los ejes del proyecto, quienes se reparten las voces de los temas de su repertorio y el peso escénico de todo el show. Sus voces se conjugan en un encuentro que se reconoce y se modula con total empatía, ellos lo saben, se les da bien y juegan con ello. A lo largo del concierto pude apreciar que las guitarras de Miguel y Pablo se comunican con una dinámica muy bien trabajada proponiendo de manera alternativa solos y riffs con un sonido bien conseguido para el estilo de música que defienden, mientras que Fernando le da el soul necesario al bajo con una pulsación contundente que lo envuelve todo.
Composiciones como «No Kisser Girl», «Argentinian Accent», «It Ain’t Over Yet» o «Ballerina» y también algunos de los temas de su primer EP homónimo como «Hey Dylan» o «Crazy Rachel» sonaron durante esta noche veraniega en la que contaron con la colaboración especial de su productor Alfonso Ferrer, que se lanzo al escenario para acompañarles con el bajo en «Red River», cuarto corte del disco. Otro invitado de lujo fue el guitarrista y productor Josu García, que le dio brillo al «Sister Golden Hair» de America con la Fender Stratocaster que le cedió Pablo, mientras este empuñaba una pandereta para seguir a los coros de este gran clásico. No sería este la única versión del concierto; al rato llegaron «California Stars» de Wilco y, ya en los bises, «Hey Jude» de The Beatles.
Fue una noche divertida en la que pudimos ver el desarrollo de una banda que empieza a apuntar alto: desde luego, ganas no les faltan. Para principios de otoño seguro que tendremos nuevas noticias: quizás una futura grabación o algún concierto sorpresa.
