Nueva entrega del Alfombrario pop. Hoy retratamos una pieza fundamental de cualquier grupo garajero: la baterista mínima. Menos es más, más ritmo.
Las alfombras son las mejores amigas de los bateristas, absorben tanto la cerveza que se derrama de las latas caídas, como las vibraciones del bombo definiendo y afinando así su sonido. En el capítulo de hoy destacamos el minimalismo de las bateristas que sacan el mayor partido al equipo más reducido. Locomotoras, relojes y piñón fijo suelen ser los epítetos que los entendidos dedican a esta variedad de bateristas.
La batería es un instrumento capaz de atraer a músicos con tendencia al virtuosismo más exhibicionista, aunque sentados tras ella también podemos hallar a percusionistas de mayor humildad y minimalismo técnico. Es el caso de esta baterista mínima, cuya labor con las baquetas se pone tan plenamente al servicio de las canciones que permite escasos momentos para el protagonismo individual.
