Nuestra Lanzadera continúa su imparable descenso hacia la bajada de azúcar en alas de Discazo, el primer álbum de Sugarcrush.
Ilustración: l.a._singularidad
Los ciudadrealeños Sugarcrush llevan ya varios años en activo, pese a lo cual no han sido muy prolíficos hasta la fecha. Un rosario de sencillos y el mini-LP Vacaciones en la Tierra (autoeditado, 2017) conforman una discografía un tanto dispersa a la que Discazo (autoeditado, 2019) viene a dar coherencia. Además de sacar lustre a un buen número de canciones ya conocidas, este nuevo trabajo incluye algunas canciones nuevas como «Los festis». Todos los temas han sido grabados, mezclados y masterizados en el estudio Protège Moi por Luis Caretti, con los temas antiguos habiendo sido remezclados con motivo de esta puesta de largo.
Unos segundos de escucha de Discazo bastan para confirmar el firme posicionamiento de Sugarcrush en el campo del pop punk. A veces ninguneado por supuestamente facilón, no pocas páginas de la historia del pop han sido escritas desde una óptica punk y, en este sentido, Sugarcrush no es una excepción. Pero además el sonido del trío resulta tan pulcro como compacto, contando con melodías especialmente pulidas que en alguna ocasión se atreven a incluir armonías vocales, si bien con más efectividad que delicadeza.
Por supuesto, en el reverso de este apartado vocal encontramos las letras, un área donde el trío resulta especialmente brillante. Los textos pergeñados por el cantante y guitarrista Juanjo tienen una notable intención humorística que emplea referencias que alcanzan desde Ramón García hasta Los Punsetes pasando por Super Mario Bros.: incluso llega a echar mano de Barrio Sésamo con un claro ánimo iconoclasta, muy lejos de mitificaciones del estilo de Yo fui a EGB. Publicada originalmente dentro del sencillo Verano Sésamo, «Verano» es a un tiempo un nada velado homenaje a «Basket Case» de Green Day y uno de los hits de este Discazo. Pero quizá por estar algo menos trillada —aunque ya ha tenido un cierto recorrido en directo—, «Los festis» ha sido dotada de mayor protagonismo en el seno del álbum e incluso ya ha sido objeto de una remezcla realizada por Don Flúor y José Morata. Su letra es el ejercicio punk más claro de este trabajo, poniendo música a la ya tradicional queja sobre el carácter clónico de tantos festivales celebrados en territorio nacional. El trío incluso se atreve a mencionar unos cuantos de ellos, señalando con el dedo a algunas de las bandas —Lori Meyers, Sidonie, Love of Lesbian— que copan sus carteles e incluso contándose jocosamente entre ellas, de una manera que suena de cualquier manera menos aspiracional. Este sentido del humor del que ni la propia banda se salva es una seña de identidad agradable de encontrar en un ámbito como el musical, repleto de creadores que a veces se toman a sí mismos demasiado en serio.