El ciclo de conciertos Tomavistas Ciudad nos ofreció su último capítulo de este año con la actuación de Oso Leone y The Zephyr Bones en la sala El Sol.
Fotografía: Eva Sanabria
El festival Tomavistas ya ha dado a conocer algunas de las luminarias que darán relumbrón a la parte alta de su cartel para el año próximo. Sin embargo, y a pesar del frío que ya invade la capital, el invierno ni siquiera ha comenzado aún y la primavera de 2020 se nos antoja un sueño inalcanzable. Es por eso por lo que el festival cuenta con el ciclo de conciertos Tomavistas Ciudad, amenizando la espera al tiempo que nos recuerda su existencia desde los escenarios de la capital.
La apertura de la velada correspondió a The Zephyr Bones, cuarteto afincado en Barcelona aunque la mayoría de sus componentes son de origen chileno. Tras ocupar sus posiciones en el escenario —reservando al bajista Carlitos la posición central entre ambos vocalistas— y proferir un escueto y siempre efectivo «¡Hola, Madrid!» la banda dio comienzo a una actuación protagonizada por los temas de Secret Place (La Castanya, 2017). La fecha de publicación de este álbum comienza a quedar algo alejada en el tiempo, aunque la generosa cantidad de nuevas canciones incluidas en el repertorio hace pensar que se avecina un nuevo trabajo. The Zephyr Bones siempre han mostrado una tendencia a la psicodelia visible en los desarrollos instrumentales de canciones como «I’ve Lost My Dinosaur» o «Telephone», pero en este concierto resultó aún más visible de lo usual. Pese a todo, canciones como «The Arrow of Our Youth», «Black Lips» o «Weird Summer» —recuperada de su EP Wishes/Fishes (La Castanya, 2015)— no han perdido su brillo surfero, aunque todo apunta a que el peso del componente ambiental se dejará sentir con mayor fuerza en su futura producción.
Esta importancia aumentada del componente atmosférico en la música de The Zephyr Bones hacía que su rol como compañeros de escenario de Oso Leone cobrara mayor sentido del que había percibido inicialmente. La propuesta de este banda mallorquina afincada en Barcelona también se inclina hacia lo ambiental, aunque el pop que practica se define por la presencia de elementos de soul y rhythm and blues. Estos son los sonidos predominantes en el aún reciente Gallery Love (Apollo Records, 2019), un tercer álbum llamado a marcar la actuación del trío. Así, «Agró blanc», «River of Jasmines» y «Gallery Love» se fueron sucediendo, pero algo no terminaba de funcionar: un ruido chisporroteante que evidenciaba algún problema con el cableado enturbiaba el sonido de estos primeros temas. Finalmente Eusebio se deshizo de su bajo para desmantelar parcialmente su pedalera con la esperanza de mejorar el sonido. Funcionó, y a partir de entonces el concierto prosiguió sin incidencias, con la banda urdiendo sus delicadas atmósferas de piano y guitarra sobre una sutil base rítmica que alcanzó su plenitud en temas como el sencillo «Virtual U». «Cos.Imo!» y «Best in You» cerraron un concierto interesante, aunque no del todo apto para los no iniciados.