El músico gallego Josete Villanueva vuelve a la carga con Cuarto de invitados, su tercer LP desde que comenzó su carrera en solitario como Villanueva.
Confieso que Josete Villanueva no es uno de los músicos que han llamado mi atención desde sus inicios. Sus anteriores trabajos se movieron entre el pop oscuro y comercial, pero carente de un estilo concreto que sí parece haber alcanzado en su nuevo LP Cuarto de invitados (Son Buenos, 2019). Con una producción manifiestamente mejorada a cargo de Raúl de Lara, este nuevo disco contiene una esencia y dinamismo musical muy diferenciados de sus dos anteriores álbumes: Zoo para dos (LunaVista, 2017) y Viajes de ida (Esmerarte, 2014).
Desde el primer corte se aprecia ese salto hacia delante dado por el músico vigués y es así como «Querido lector», la canción que abre el álbum, nos muestra esos ápices de luminiscencia pop psicodélica que se repite en varios temas de este nuevo trabajo. «Horizontal», de un pop más clásico y dreamer que el resto de temas, fue escogido con merecimiento como el primer single de adelanto de este Cuarto de invitados. En «Carlos III» el compositor vuelve hacia ese estilo pop modernista con toques de psicodelia, gracias a unos sintetizadores perfectamente estructurados que acompañan con acierto al resto de instrumentación. El siguiente corte del álbum es «Gala», una canción de pausa y desasosiego que destaca por su armonía y la incorporación de instrumentos de viento, que sirve de puente hacia otra de las grandes canciones de este gran álbum, una «Estamos vivos» que además fue elegida como el segundo single promocional.
La calidad no decrece pese haber rebasado el ecuador de este Cuarto de invitados y prueba de ello son los siguientes cortes de este genial disco. La potente y enérgica «Por eso me voy» da paso a «De Valencia a Madrid», que con una letra melancólica y un sonido envolvente evoca los primeros discos de los murcianos Second, uno de mis grupos españoles favoritos de esta década. «15 segundos», de pop mestizo pero con un ritmo country rock confirma la evolución y variedad de este disco que, a diferencia de los anteriores, ha buscado la riqueza de estilos con la incorporación de multitud de sonidos e instrumentos musicales. «Los tacones de mi abuela en Navidad» tiene ese toque de humor ácido e irónico que tan necesario se hace en un disco de estas características para acabar con «Salvándome la vida», otro tema de grandilocuencia pop que busca poner el punto y final en todo lo alto con un gran crescendo instrumental incluido. En definitiva, un disco redondo que confirma la evolución de Villanueva y pone de manifiesto la influencia de otros grupos contemporáneos como Julieta 21 o Elefantes en la obra de este músico gallego.