Hablamos con Germán Dobarco y Nacho Martínez de Marsella al respecto de la publicación de Aquellas pequeñas cosas que nunca se fueron, su primer álbum.
En primer lugar os tenemos que preguntar quiénes sois y a qué os dedicáis.
Nacho Somos dos amigos que hacemos música porque nos gusta. Estamos aburridos de los guitarreos de siempre y apostamos por los teclados. Es guitarreo pero más elegante y con una base potente de teclados. Recientemente nos han definido como una mezcla de The Killers y Fangoria [risas].
Marsella, famosa por la mafia corsa, el himno de Francia y, por supuesto, el jabón. ¿Por qué Marsella?
Nacho Esto viene de cuando Germán grabó la primera versión de «5.11.16» y Germán decidió que la mejor forma de hacerlo era emborracharse el día de antes [risas].
Germán Bueno, era una manera de festejar que íbamos a grabar [risas]. Así que fuimos al bar Marsella de El Raval y durante la fiesta se nos sugirió que teníamos que llamarle Marsella a la canción o a la banda. A mí me hacía ilusión ponerle un nombre femenino a la banda y nos gustó la idea. La contrapartida era que Google no iba a ser nuestro amigo si llamábamos Marsella al grupo y por eso utilizamos el alter ego Suena Marsella en redes sociales: por eso mucha gente piensa que nos llamamos de esa manera.
Es cierto que habláis a menudo de teclados y de baile como piezas fundamentales en vuestro proyecto. Y sin embargo no tenéis teclista.
Germán [risas] Hacemos trampa ahí, somos nosotros los teclistas en la sombra. Queríamos ser una banda pequeña y no ser demasiados sobre el escenario, aunque siempre hemos pensado que nos gustaría contar con una persona que controlase los teclados a mayor nivel que nosotros.
¿Cómo surgió la idea de comenzar grabando un álbum directamente?
Nacho Íbamos a haber sacado primero un EP, pero el tema de hacer canciones se nos acabó yendo de las manos y al final decidimos sacar un disco.
Germán Fue una decisión un poco compleja porque ya habíamos grabado el primer EP cuando decidimos convertirlo en un disco.
Nacho Sí, pero preferimos sacar un álbum en lugar de varios EP. No sabíamos qué hacer y al final optamos por esto sin saber cómo funcionará porque creemos que la gente no se traga discos enteros. Por eso la breve duración del disco, aunque hemos metido mucho trabajo en su diseño y todo lo que lo rodea: desde el concepto hasta el merchandising.

Somos una banda de pasarlo bien y de disfrutar.
«5.11.16», «Histeria de lo vuestro» y «Cuando me hundo» han sido los sencillos de adelanto de vuestro disco y comparten estribillos bailables y tarareables. ¿Sois un grupo orientado a la fiesta?
Nacho Cuando estamos haciendo una canción tenemos «la prueba», que consiste en imaginarnos si serviría para que el público se viniera arriba en un festival. Somos una banda de pasarlo bien y de disfrutar.
Vuestro productor, Carlos Hernández Nombela, ha trabajado con una gama de grupos que incluyen Los Planetas o Triángulo de Amor Bizarro. Sin embargo vosotros mencionáis específicamente a Viva Suecia y Carolina Durante.
Germán Tuve la suerte de trabajar con Viva Suecia durante el rodaje del videoclip de «A dónde ir» y ahí surgió nuestra relación con ellos, quienes además nos recomendaron a Carlos como productor.
Nacho Quizá tenemos menos afinidad con Carolina Durante, pero tienen un rollo que mola mucho y ese componente de «todo vale y vamos a pasarlo bien».
¿Cómo ha sido el proceso de grabación en Estudio Uno y cuál ha sido el rol de Carlos Hernández?
Germán Ha tenido lugar en un par de sesiones, pero solo nos ha llevado siete días en total.
Nacho Carlos es un tío muy guay, muy cercano y personal, y tiene una cosa que me gusta mucho: es bastante directo y te pide que confíes en él. Por ejemplo, la demo de «Cuando me hundo» tiene una base mucho más electrónica y la canción terminó por ser más guitarrera.
Germán De hecho, él fue quien la convirtió en single. También está muy arriba, pero es menos bailable
Sin embargo, la excepción más clara a este predominio de los teclados es «Otro plan de huída», que cuenta con un riff de guitarra sencillo, pero efectivo y los sintetizadores tienen un papel más de colchón, con una intención más pop rock en el sentido clásico.
Nacho Es una canción que me sorprende que a la gente le haya gustado porque pensaba que no iba ni a entrar en el disco, la tenía muy apartada en mi lista de prioridades.
Germán Era la balada más clara de todo el disco y hubo gente que nos dijo que tenía algo especial.

Tenemos más que ver con el pop que con el rock.
¿Hay alguna etiqueta que os guste utilizar a la hora de definiros estilísticamente?
Nacho «Música de festival» [risas]. No me lo había planteado.
Germán Nosotros siempre decimos que hacemos pop. A mí me dices pop y rápidamente me vienen a la cabeza David Civera, Chayanne, El Canto del Loco… Creo que nosotros no nos parecemos en nada, pero todo es pop.
Nacho En el mundo del indie se entiende el pop como algo que no tiene nada que ver con esa rama comercial.
Germán En todo caso tenemos más que ver con el pop que con el rock y luego está toda la parte electrónica, aunque no es algo que nos define. Aunque sí nos gusta.
Por el momento habéis tocado en directo en pocas ocasiones después de haber presentado el disco en Siroco.
Nacho Tocar poco es porque no queremos dar diez veces el mismo concierto en tres meses. Tenemos poco alcance y preferimos hacer menos fechas y que signifiquen más.
Germán Queremos ser comedidos porque la gente se gasta el dinero en ir a festivales y en ver a grupos grandes. Intentamos hacerlo todo sin quemar la maquinaria, participando en cosas que puedan darnos un poco de impulso. Hay grupos que se echan a la carretera sin más, pero queremos tenerlo todo un poco más controlado.
¿Qué planes tenéis para el futuro?
Nacho Durante las sesiones de grabación terminamos diez canciones, pero solo metimos ocho en el disco y aún no sabemos muy bien qué haremos con las dos que nos quedan.
Germán Creo que saldrán dentro de poco porque queremos volver a sacar sencillos.