Analizamos el primer trabajo de larga duración del quinteto cacereño Lúa Gramer, un disco que no da muestras de querer destruir el pop.
Se comenta a menudo, pero es necesario reafirmar la importancia de la labor prescriptora de las discográficas independientes, que traen a nuestra atención música que de otra manera quizá hubiéramos pasado por alto. El papel de Clifford Records ha resultado especialmente relevante durante los últimos años, con un radio de acción que ha llegado a abarcar prácticamente toda la península. Prueba de ello es la discografía de los cacereños Lúa Gramer, editada íntegramente por esta discográfica almeriense y a la que hace unos meses se ha añadido su primer álbum: Destruir el pop (Clifford Records, 2020).
Para esta puesta de largo Lúa Gramer no ha contado con Paco Loco como en anteriores ocasiones y, en lugar de regresar a El Puerto de Santa María (Cádiz), han decidido viajar a Motril (Granada). Allí se encuentra Gismo7, el estudio donde han grabaron este primer trabajo de larga duración a las órdenes de Ramón Escobar. En este nuevo disco destaca la voz algo aniñada de Susana Merino, que continúa resistiéndose a estar ubicada en un segundo plano pese a que su tamizada suavidad deja clara la querencia de la banda por el shoegazing. Pero antes que por sus atmósferas guitarreras, Destruir el pop se caracteriza por una hiperabundancia melódica que emparenta a sus progenitores con el jangle pop. Grupos como The Field Mice, Another Sunny Day y, en general, la escudería de la desaparecida discográfica británica Sarah Records ha dejado huella en el sonido de Lúa Gramer. Entre sus referentes la banda también menciona a grupos estadounidenses de más reciente formación como The Pains of Being Pure at Heart o Soft Science, que beben de las mismas fuentes que los extremeños.
Teniendo en cuenta estas coordenadas sonoras y lo ya anticipado por el sencillo de adelanto «K», podemos hacernos cierta idea de lo que vamos a encontrar durante la escucha de Destruir el pop. Lejos de hacer honor al título del disco, Lúa Gramer abunda en las sonoridades delicadas y soñadoras por las que son conocidos desde comienzos de su carrera. La ya mencionada «K» y una «Aspie+» que cierra el disco dan buena fe de su naturaleza, aunque es posible que los momentos más interesantes del álbum se hallen en «Desastre», con unas afiladas guitarras tan capaces de evocar a Johnny Marr en las estrofas como de hacer una inesperada y potente demostración de fuerza en los estribillos.
No olvides que, además de poderse escuchar en las plataformas de streaming usuales, Destruir el pop está disponible en formato de disco de vinilo.