«Pinta Malasaña» es el nuevo tema de Niña Polaca, una canción en la línea marcada por el cuarteto pero que añade sintetizadores a su registro.
Una de las bandas que más ha sorprendido a quienes frecuentábamos los escenarios en la época a. C. (antes de la COVID-19) fue Niña Polaca. El cuarteto madrileño rezumaba juventud pero tanto su voz como sus letras parecían esconder a los espíritus galdosianos en este siglo XXI. La juventud pedía la vez en un panorama musical donde todo eran prisas. La juventud pide ocupar su lugar en una actualidad que más que efímera se torna congelada. Por eso siempre es de agradecer que Niña Polaca publiquen nuevo material. Aunque «Pinta Malasaña» nos recuerde la cara fea del moderneo.
Cualquier visita quiere pasearse por Malasaña. Ver y que le vean. Hacer una instantánea en el mural de moda o publicar un recuerdo del restaurante más saludable del barrio de las Maravillas. Todo por pertenecer al mundo moderno. O del moderneo. Niña Polaca son unos genios en eso de levantar el pellejo y encontrar la verdadera piel de los topicazos. Lo mismo te hablan de niñas bien que del planteamiento nocturno de un estudiante medio en un fin de semana cualquiera. O, como ocurre en «Pinta Malasaña», su último sencillo, de la incoherencia de los adalides de la virtud moderna que pululan por el barrio. Igual que ocurre con «Buenasaña» de Mallo, Niña Polaca aprovecha el filón que supone el mundo hipster para hablar de las incoherencias de muchos de sus seguidores. De cómo mola vivir en el barrio más famoso de Madrid, pero molesta que otros iguales se acerquen a tus dominios. De lo consciente que tienes que ser con tu huella de carbono, pero lo inconsciente que te vuelves cuando se te va la mano con los chupitos. Y con los portales.
«Pinta Malasaña» sigue mostrando a Niña Polaca como una de las promesas más serias del nuevo sonido callejero madrileño. Y esta vez llega con una presencia mayor de los sintetizadores y una mayor luminosidad (a pesar del asqueo hacia los seres modernos) en su sonido. Un estupendo sencillo para recordar al cuarteto, a Madrid y a sus calles.