El segundo álbum de Paranormales ha llegado ya y por fin podemos escuchar una nueva remesa de diez canciones de este cuarteto barcelonés.
Cerca de tres años ha sido el periodo de tiempo transcurrido entre el brillante debut de Paranormales y el recién publicado Contra (Cleopatra Records, 2020). Por el camino, la banda barcelonesa ha dejado clara su predilección por el venerable formato de álbum y solo el EP Juno (Music Bus, 2019) salva la distancia entre estos dos discos, si bien su contenido consiste en las remezclas de cuatro canciones del primero de ellos. Paranormales no ha dejado a su paso un reguero de sencillos, sino que ha preferido reservar su nuevo material para un trabajo de mayor enjundia.
Dos han sido las canciones encargadas de ponernos en guardia ante la llegada de Contra. «Vértigo» es un tema en la línea habitual del grupo, mientras que «Harakiri» explora unos sonidos más góticos de lo usual sin alejarse en exceso de su idiosincrasia. Como la banda ya hiciera con su predecesor Belona (Buen Día Records, 2017), la producción de Contra ha sido dejada en manos de Maurizio Baggio, productor italiano responsable de un buen número de álbumes que han contribuido a la revitalización actual de las músicas oscuras.
La incorporación del baterista Diogo Santos al núcleo original formado por David Toro, Ana Ruiz y Juan Carlos Delgado no ha supuesto un viraje hacia sonidos más orgánicos y la mayor parte de las percusiones son de corte sintético, aportando una dosis no excesiva de nostalgia ochentera. Pero no nos engañemos: pese a la pátina de goticismo dark wave que recubre la mayor parte de este álbum, la faceta pop de Paranormales sigue estando presente, con un amor por la melodía casi incólume que resurge en «Vida», quizá uno de los temas que más nos devuelve a Belona. Sin embargo, junto a canciones como una «Gem» que podría haber sido inspirada por New Order encontramos «Disciplina» o la ya mencionada «Harakiri», que se recrean en la creación de atmósferas sombrías desasosegadoras y llenas de amenaza. También hay espacios para la experimentación —más lírica que sonora—, como en una «Elugelab» cuya letra consiste en un libro de instrucciones que presagia un futuro aún peor que nuestro presente. Contra resulta así un disco relativamente homogéneo pero no uniforme, donde coexisten varias visiones que parecen dirigirse a lugares diferentes aunque no muy distantes entre sí.
Contra puede escucharse en los servicios de streaming habituales, pero también está disponible en formato de CD o incluso en una edición limitada de vinilo blanco.