Nos aproximamos a las tres canciones publicadas hasta la fecha por los madrileños Menta, deteniéndonos en «Me alegro de verte».
Es una suerte poder estar viviendo estos tiempos apocalípticos. La primavera nos trajo el nacimiento de unas flores más silenciosas de lo normal. Nadie las podía ver, pero imaginábamos su ruido. La alergia siempre te recibe con los brazos abiertos. Todo esto nos ha pasado por meter las narices donde no nos llaman y ahora éstas se llenan de tierra sucia y lombrices. Esos «gusanitos» no hay quién se los coma, ni siquiera el niño con el paladar más enfermizo. Y la boca tiene que estar fresca como una mañana de invierno en esos pueblos preciosos de la comarca del Matarraña en Teruel. Teruel existe, como también lo hace la menta masticada por esos dientes deseosos de refrescar sus papilas gustativas, y su alma cuando escuchan al grupo que lleva el mismo nombre que la hoja que saborean.
Menta es un grupo madrileño que acaba de sacar sus tres primeras canciones en el sello Sonido Muchacho, discográfica que dio a conocer a Carolina Durante o que ha publicado el último disco de Airbag. Es garantía de que tienen buenos padrinos y con un buen gusto más que demostrado.
Menta está compuesto por Rodrigo Godoy y Nicolás Rubio a las guitarras, Pedro del Pozo a la batería, Lucas Sierra al bajo y Gregorio Scopa a los teclados, todos ellos con experiencia en otras bandas. Como cantante está Cristina Mejías, la carismática Meji.
La primera de sus canciones en aparecer fue «Ojalá te mueras», una evidente muestra de amor por la persona amada (uno mismo). Ya que no me quieres, sigue follándome tan bien como lo haces siempre. Es doloroso el desamor, pero más lo es la falta de placer. El hedonismo mitiga el dolor. El enganche sexual siempre cuelga de un corazón roto. Y es que como muy bien dice la Meji, «Solo quiero ir a tu entierro o volver a tenerte muy dentro».
La segunda canción que sacó Menta fue «El apartamento», como el clásico del cine dirigido por el gran Billy Wilder. A veces las cosas no suceden como uno quisiera. La noche parece que ha comenzado bien, estás acompañado por alguien que te interesa, pero esa persona es huidiza y no hay zona de confort donde encontrarte a ti ni a la otra persona. Hay momentos de encuentro que duran lo justo en volver a perderse sin dar ningún tipo de explicación. Ese local nocturno definitivamente no es tu apartamento, y es que a veces la noche nos confunde, como decía ese filósofo cubano de nombre Dinio. Pero ambos saben que no es culpa de nadie, y que muchas veces la distorsión que suena dentro de uno, no deja escuchar la música que se escucha fuera, aunque ésta tenga muchas ganas de bailar pegados (Sergio Dalma demostrando su sabiduría).
La tercera y de momento última canción de Menta para Sonido Muchacho, lleva el título de «Me alegro de verte». La venganza se sirve en plato frío y el videoclip que la acompaña es espectacular. Una estética especialmente cuidada que recrea el cine quinqui español de los años ochenta. Buscavidas que se dedican a delitos de poca monta. Y cualquier relación de amor qué se precie de serlo, sabe que ésta consiste en cometer un delito tras otro a la persona amada de manera mutua, hasta que una de las dos se canse. Eso sí, la que ya no aguante más puede tomar decisiones demasiado drásticas, incluso definitivas. Casi todas las canciones tienen ese componente de amor-odio, con el que Menta juega de manera divertida, cruel, irónica, o violenta, según les dé, y además el resultado siempre es original, perturbador e hipnótico.
Larga vida a unas hojas que se mastican y te dejan «colocado» en un lugar donde quedarse colgado, es lo más cómodo para nuestros sentidos.