Revisitamos el último EP de Detergente Líquido, aportando una visión personal de este importante trabajo en la trayectoria de la banda gaditana.
Cuando empiezo a escribir esto es el último lunes de julio, en un Madrid a las cinco de la tarde y al otro lado de la ventana, 41 grados me separan o me acercan al infierno, según se mire. Podríamos decir que es difícil estar peor, pero quejarse no sería justo con quien realmente sufre, los políticos, con su democracia, que está claro que no es la nuestra y que luchan por que sigamos creyendo en que no es una pantomima. Es una tarea ardua, pues no es fácil convencer a una sociedad más preparada que nunca, pero a la que es más fácil que nunca manipular, y el que no esté de acuerdo que me explique que es lo que hace cuando va a votar al colegio electoral el domingo que le mandan que vaya. Son los mismos que se quejarán a partir del día siguiente diciendo que todos son iguales. No votes y lee. No votes y escucha música. No votes y queda con tus amigos. No votes y folla. Los banqueros también lo pasan mal, tienen que quedarse con el poco dinero que nos queda, cobrarnos más comisiones por cosas que antes hacían gratis. Pedirnos que hagamos las gestiones nosotros por internet y si tienes alguna duda te jodes y bailas, si es que te dejan que te gastes el dinero que has ganado de forma siempre más legal que ellos, en ir al bar de copas o discotecas donde las cosas sí son lo que parece cuánto más vas a la barra. Siempre con el mono de más dinero y nosotros el camello que se lo suministra. Surrealismo demasiado real, como tus bolsillos vacíos. Realismo sucio, literatura que narra las manchas que aparecen en cuanto abres los ojos. Cuando cierro los ojos, el sentido del oído se me agudiza y la música limpia el ambiente enrarecido por esa gentuza. Las cosquillas de esa música viajan hasta el centro de mi cerebro y forman un Detergente Líquido, que limpia mi ropa y da lustre a mi realidad inventada, siempre cercana a la felicidad.
Detergente Líquido es un grupo gaditano que ha caído en la gracia de hacer canciones con letras originales y a la vez costumbristas, en cuyas temáticas todos nos podemos ver representados, pero que te lo cuentan con la naturalidad de las cosas cuando están hechas con arte. Estilo propio, manantial de agua cristalina donde todas las mujeres son sirenas que chapotean en el mar que forman sus piernas, a la cola solo quedan los merluzos de traje y maletín.
Detergente Líquido ha sacado un EP con cuatro canciones titulado Tú tampoco eres como antes (autoeditado, 2020). Nadie lo somos. La decepción es una alegría si la conviertes en acto rutinario, y a fe que tarde o temprano, lo acaba siendo. Tenerla como compañera, tomarla cariño, quererla, besarla, acostarse con ella, discutir, empujarla, tirarla de los pelos, arrancarle algún diente, encharcarle el hígado en alcohol, acuchillarle el costado. No hay que esperar nada de nadie y solo tener en tu vida las personas que no te hacen volver a este pensamiento.
«El que piensa en irse, es que ya no está». Es la primera canción del EP, nada más molesto que la comodidad. Quedarse en los sitios porque no se sabe si habrá otro, y si lo hay, no saber si este lo tendremos controlado. No sentir nada, pero querer seguir siendo todo para la otra persona. Darse cuenta de ello, cuando en esa apuesta pusiste todo lo que tenías, y estabas cansado de arruinarte. Hay bancarrotas de las que se sale enormemente rico. Las decepciones a partir de los treinta son enormes, cómo bien sabían y cantaba La Habitación Roja en su canción «Nunca ganaremos el mundial», canción que habla a la misma generación que esta. El romanticismo es más suicida que nunca. La defensa de causas perdidas de antemano. Las decepciones, más visibles que nunca. Siempre habrá quién vaya a tu misma velocidad y lo que es más importante, en tu misma dirección.
Valga esta canción como ejemplo de lo que se va a encontrar en las otras tres canciones del EP, letras cuidadas, sentimientos explicados con naturalidad, con la verdad de cuando te das cuenta de las cosas, la seguridad para decirlas, que da la experiencia de haberlas vivido y haberse equivocado muchas veces y saber que seguirás haciéndolo. La fidelidad a tu forma de vivir, pues sabes que no haces daño a nadie y no podemos perder nuestra esencia, pues es lo único que tenemos.
