Nuestra Lanzadera busca refugio en la sombra y acoge a Somos la Herencia, longeva banda madrileña que este año ha publicado su primer álbum.
Como un moderno Saturno ansioso por devorar a sus hijos, las exigencias de la industria musical para con las bandas que la integran cada vez son más elevadas. La rueda gira con velocidad creciente, reclamando sencillos, videoclips, conciertos y actividad en redes sociales: cualquier elemento que un grupo pueda utilizar para recordar constantemente a sus seguidores que sigue en activo, rindiendo así tributo a un déficit de atención que es parte ineludible del zeitgeist y que no cuestionamos tan a menudo como deberíamos. Sin embargo, la trayectoria de una banda como Somos la Herencia se muestra en conflicto con la manera actual de hacer las cosas, construyendo su discurso disco tras disco y obviando el formato de sencillo para cultivar el EP hasta coronar su discografía con un espléndido primer álbum.
La banda ha experimentado cambios durante su andadura, aunque actualmente está formada por Gonzalo Sanz (voz y teclado), Enrique Moreno (guitarra), Guillermo Sanchez (bajo) y Guillermo Serrano (batería). Su sonido puede remitir al de bandas afines como los finados Antiguo Régimen, aunque dotado de un talante que se ha vuelto más experimental con el paso de los años, incorporando un mayor número de elementos electrónicos que potencian las sonoridades dark wave de su propuesta. Pero ello no ha supuesto que por el camino el grupo haya abandonado un bagaje fundamentalmente post-punk visible a lo largo de su discografía.
«Como un ladrón en la noche, cuando nadie espera» (2013)
Aunque hace tiempo que los primeras maquetas de la banda dejaron de estar disponibles, todavía es posible localizar «Como un ladrón en la noche, cuando nadie espera», canción que formó parte del recopilatorio Nuevos bríos (La Fonoteca, 2013).
Somos la Herencia (2014)
El primer EP de la banda tiene tanto de rareza como es posible en estos tiempos. No solo no lo encontraremos en Spotify, sino que tampoco podremos localizarlo en su perfil de Bandcamp y habremos de recurrir a la página de la extinta discográfica Hollow Out. Pero el periplo merecerá la pena y, aunque no emerjamos de él como personas más sabias, la escucha del homónimo Somos la Herencia (Hollow Out, 2014) nos recompensará con canciones como «Las ruinas de la ciudad», incontestable estandarte de la banda que aún forma parte de su repertorio en directo.
Parálisis del sueño (2015)
Tras haber disfrutado tanto con el primer EP de la banda, quizá mis expectativas eran demasiado elevadas y por ello en su momento no le hice a Parálisis del sueño (autoeditado, 2015) todo el caso que habría merecido. Pese a todo, canciones como la interesante «Calígula» convierten este segundo trabajo en un esfuerzo meritorio.
Zigurat (2017)
Es posible afirmar que Somos la Herencia comienza a recorrer su propio camino en Zigurat (autoeditado, 2017), un trabajo en el que se abandonan muchos de los manierismos rockeros en favor de una electrónica presente desde siempre en su sonido pero que aquí pasa a cobrar una nueva importancia.
«Agua» (2018)
Aunque inicialmente «Agua» pareció tratarse de un adelanto de su primer álbum, el único sencillo publicado por el grupo finalmente ha quedado en tierra de nadie aunque anticipa con acierto lo que este año hemos podido escuchar en su primer álbum.
Dolo (2020)
El primer trabajo de larga duración de la banda llega después de casi una década de trayectoria. Lejos de ser una obra primeriza, Dolo (Humo, 2020) es uno de los discos más interesantes publicados durante este año.
