Guitarras noventeras y nihilismo de la mano de Jenny Problema

Guitarras noventeras y nihilismo de la mano de Jenny Problema

Escuchamos el primer álbum de Jenny Problema, un nuevo proyecto formado por músicos veteranos de la escena mallorquina.

En estos tiempos, en los que las Islas Baleares están en las noticias todo el rato, por otros temas, es agradable recibir estímulos musicales que huelen a pop, a escena local, a lo-fi, a canciones bonitas y una cantera de bandas increíble que demuestra que Mallorca no es solo Magaluf y Puerto Marítimo. Uno de los sellos que se ha empeñado en hacerlos ver todo eso al resto del país es Discos Polo, los encargados de publicar este segundo disco de Jenny Problema, un proyecto formado por Jonatán Uría y Jose Andrés Palacios, excomponentes de Monta-Man, uno de los proyectos más originales y con más encanto de la generación MySpace a finales de la primera década de este siglo.

Jenny Problema presenta Más triste todavía (Discos Polo, 2020), un título que no es casual para lo que podemos escuchar dentro: una mezcla de guitarras noventeras y de pop español de los ochenta, pasado por un filtro lo-fi. Como meter en una misma coctelera a The Jesus and Mary Chain, The Raveonettes, los primeros Hombres G o sus coetáneos La Granja. Estribillos pegadizos, letras llenas de nihilismo y desencanto, canciones cortas con estructuras y acordes sencillos y con una gran sensibilidad melódica y lírica. Una particular visión del increíble mundo interior de Jonatán Uria, que lleva un montón de años en diferentes proyectos demostrando que su imaginación es inagotable.

Todo el mundo me quiere, pero yo me quiero morir.

«Todo el mundo me quiere, pero yo me quiero morir» es la primera frase —y toda una declaración de principios— de lo que vamos a encontrar tanto en el disco, como en «Cada vez». Este primer sencillo de presentación culmina con «Cada vez que sale el sol, Dios me apunta con un Colt»

Frases como «La ciencia no me va a salvar, no existe cura para el mal» («La ciencia no»), «Me han entrenado para cortar lazos, estoy listo para morir» («Gafas de sol») «No hay farolas, no hay estrellas, no hay sonrisas que brillen para ti» («Terrible») o «El mundo marcha un poco peor desde que se paró tu corazón» («Un poco peor») dejan en evidencia que el grupo no está dispuesto a subirse al tren de la esperanza y la clase de mundo que ven a través de los cristales de sus gafas.

Gran prueba de las influencias que antes comentábamos quedan patentes en la noventera «Mi tejado», donde poseídos por la fuerza de The Jesus and Mary Chain, vuelven a firmar un tremendo himno pop con un estribillo que reza «Mi cuerpo se estrellaba y tú me echabas en cara que nunca te había tocado».  En «Vas a recordarme» también podemos ver la gran influencia del pop español en la banda, con una melodía que perfectamente podría firmar David Summers, recordando «Los viernes que íbamos a pasear y la jerga que inventábamos para hablar sin que nos entendieran».

Sin duda, un disco brillante de canciones pop y que merece muchísimo la pena escuchar una y otra vez en este raro verano.

One Response
  1. Muchas gracias por el artículo. Y los piropos. Abrazo desde Mallorca.

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