Conversamos con Pedro y Saúl, dos tercios de Fulcanelli, con motivo de la publicación de El universo observable, su segundo álbum.
Aunque se trata de una cuestión ya antigua, si rastreamos vuestros primeros EP podemos ver que originalmente os llamabais Hermanos Fulcanelli. ¿Por qué cambiasteis de nombre cinco años atrás?
Pedro Es peor todavía: empezamos siendo Hermanos Fulcanelli Trío, luego pasamos a ser Hermanos Fulcanelli y, por último, Fulcanelli.
Saúl Nos llamábamos Hermanos Fulcanelli porque éramos dos [risas].
Pedro Partió del nombre de un personaje que siempre me ha parecido muy atractivo y la broma se fue liando
Saúl También hubo una época en la que el nombre nos parecía demasiado largo, además llevábamos un look parecido y estábamos un poco hartos de que cuando dábamos un concierto nos preguntaran si éramos hermanos [risas].
Pedro El cambio de nombre definitivo llegó cuando estábamos a un paso de tomárnoslo un poco más en serio.
Saúl Además la gente siempre se refería a nosotros como Fulcanelli, nunca usaban el nombre completo.
Vuestro nombre procede de la figura de Fulcanelli, que podría enlazar con las referencias astronómicas de vuestro segundo disco y vuestras alusiones a la alquimia sonora. ¿Hay un concepto detrás de todo ello?
Pedro En realidad el nombre viene originalmente de un corto que hice en la escuela. Pero nosotros no nos adscribimos a ningún estilo musical, sino que mezclamos sin miedo diferentes cosas para intentar crear algo nuestro y ahí conectamos con la alquimia de Fulcanelli. Se trata de un personaje misterioso del que sabemos poco y, aunque hoy podemos leer El misterio de las catedrales (1926), no sabemos si fue una persona o un colectivo y eso aumenta el romanticismo.

Tenemos influencias muy diversas y cada uno aporta las suyas, por lo que a veces hay un exceso de información y nuestro trabajo es más bien limpiar.
Aunque afirmáis no pertenecer a un estilo concreto, sí mencionáis una lista de géneros de referencia muy extensa en la que cabe hasta el post-rock.
Saúl Cada uno de los tres tenemos nuestras influencias y nunca nos hemos planteado exactamente lo que queremos hacer. Nuestra forma de trabajar generalmente consiste en que Pedro llega con una idea y la empezamos a trabajar, con cada uno de nosotros aportando lo que le transmite sin buscar una sonoridad concreta.
Pedro Nuestras influencias son muy diferentes: Saúl y yo tenemos algunas en común, pero con Sergio [baterista] compartimos muy pocos grupos. Tenemos influencias muy diversas y cada uno aporta las suyas, por lo que a veces hay un exceso de información y nuestro trabajo es más bien limpiar. Ahí es cuando realmente encontramos la forma de la canción.
Saúl Muchas veces la canción acaba de una forma muy diferente a la propuesta original de Pedro.
¿Qué elementos os han inspirado durante la creación de El universo observable [Polar Records, 2021]?
Pedro Cuando escuchas música en casa nunca hay un silencio total, siempre se cuelan otros sonidos y a veces eso crea momentos que no estaban previstos, con elementos externos a la música incorporándose a ella. Por lo demás, escucho todo tipo de música y saco ideas de cualquier sitio, que a lo mejor no son aplicables tal cual pero pueden adaptarse.
Saúl No nos lo planteamos, aunque desde el punto de vista estilístico quizá «Y sin embargo, se mueve» contiene mayor influencia del post-rock. En el resto del disco se ha tratado de poner ideas en conjunto.
¿Qué habéis hecho durante los cuatro años que han transcurrido entre vuestros dos álbumes?
Pedro Tres años son culpa nuestra, uno no [risas]
Saúl Cuando salió Tercer intento [Polar Records, 2017] estuvimos unos dos años tocando. Hay bandas que lo pueden hacer de otra manera, pero a nosotros nos cuesta pararnos a componer mientras estamos de gira. Pedro ya tenía ideas para el siguiente trabajo, pero hasta que no paramos de dar conciertos no nos sentamos a trabajarlas.
Pedro Además, componer y girar a la vez puede crear el conflicto de estar trabajando en canciones distintas de las que estás tocando en directo y preferimos no hacerlo. Somos muy cuadriculados en este sentido.
Saúl Aunque una de las canciones del nuevo disco la tocamos por primera vez en la presentación del disco anterior.
Pedro Sí, «Dudar de todo». La escribí al día siguiente de terminar la mezcla de Tercer intento y salió de repente y de manera automática. No requirió mucho trabajo, pero no suele ser tan fácil.
Hablando de la mezcla, en El universo observable habéis vuelto a repetir con Raúl Pérez en el estudio La Mina. ¿Qué os llevó a trabajar con él por primera vez?
Pedro En un momento dado me di cuenta de que en muchos discos que me gustaban —y tenían poco que ver entre ellos— aparecía el mismo estudio, en trabajos de Tannhäuser, McEnroe, Marina Gallardo o Pony Bravo. La Mina funciona metiéndote a vivir en el propio estudio en lugar de ir unas horas como si fuera una oficina y ese modelo ayuda.
Saúl La experiencia es brutal y Raúl nos encanta como productor. Parece que no está, pero lo escucha todo y cuando habla aporta soluciones. A la hora de grabar el segundo disco valoramos otras opciones, pero al final decidimos repetir con él.
Pedro De momento tenemos a Raúl en el corazón [risas].

Ha habido un proceso de aprendizaje y esta vez hemos llegado al estudio con las ideas más claras.
Teniendo esto en cuenta, ¿qué cambios podemos apreciar en El universo observable con respecto a Tercer intento?
Pedro Todo lo demás. El sonido es mucho más cálido y natural, menos encorsetado. Hemos conseguido que este disco no sea una selección de canciones sino una colección de canciones que tratan de lo mismo y aúnan lo conceptual y lo sonoro. Intentar algo así nos daba miedo, pero también nos ilusionaba.
Saúl También ha habido un proceso de aprendizaje y esta vez hemos llegado al estudio con las ideas más claras sobre lo que buscábamos.
Al escuchar vuestro disco queda muy claro que se trata de un álbum ya desde el principio, con el arranque lento de «Los puntos cardinales» en lugar de comenzar con el sencillo de turno.
Pedro Proponemos un viaje que va de lo pequeño a lo más grande y por eso queríamos comenzar poco a poco. Además siempre nos ha gustado mucho la ambientación y somos bastante cinematográficos: nos gusta utilizar elementos externos a la música pero que creemos que la complementan. Nuestra propuesta sonora no es una canción, sino un disco que dura cuarenta minutos.
¿Entonces no llegasteis a plantearos la grabación de un nuevo EP en lugar de un álbum?
Pedro Nos planteamos muchas cosas, pero ya hace tiempo decidimos que íbamos a por el disco. Nos hemos educado en la cultura del disco y no en la del single: este es el formato del que nos hemos enamorado y nosotros queríamos proponer nuestra versión de eso.
¿Y cuál es el concepto en torno al que gira el disco?
Pedro El disco trata sobre la curiosidad en todos los aspectos, algo innato en el ser humano y que nos ha llevado a explorar los confines del universo: es el motor que nos mueve. Es un concepto que siempre me ha encantado y define bastante bien al grupo, con la curiosidad como exploración y aprendizaje. Por ejemplo, «CYF» es una canción llena de preguntas, que son la mejor manera de explorar la curiosidad.
¿Cómo resolvéis en directo la presencia de sintetizadores y otros arreglos?
Pedro Pues complicándonos la vida, que es una marca de la casa [risas]. Hacemos en directo todo lo que podemos y trabajamos mucho con loops, aunque hay algunas cosas que se secuencian. Intentamos mantener una experiencia fiel al disco pero sin calcarlo porque la sonoridad de una sala llena de gente no es la sonoridad prístina de un estudio. También hay que aprovechar otras energías: en los discos podemos ser más elegantes y cuidadosos, pero en directo ahondamos más en la fuerza que podamos llevar.
¿Dónde vais a presentar vuestro nuevo disco en directo?
Pedro De hecho ya lo presentamos en Barcelona el 15 de mayo, con muy buenas sensaciones al volver al directo.
Saúl Aunque no llevábamos demasiado tiempo sin tocar, tuvimos la suerte de dar un directo en Lleida en septiembre. Pero teníamos muchas ganas de volver a tocar porque llevábamos muchos meses sin poder ni ensayar. Queríamos enseñar el disco en vivo y el próximo 5 de junio lo presentaremos en Madrid y el 19 de junio en Zaragoza. El 18 de septiembre volveremos a Lleida y tenemos cosas preparadas para otoño, pero seremos prudentes a la hora de anunciarlas.
Para terminar, ¿qué canción recomendaríais a un oyente que no os conociera para adentrarse en vuestra música?
Pedro La mejor manera es escuchar la primera canción del disco, que te va a llevar al resto.
Saúl Pienso igual que Pedro, suponiendo que la persona en cuestión vaya a escuchar el disco completo. Como temazo, me quedaría con cualquiera de los tres sencillos, pero mi preferida es «Donde estábamos tú y yo».