Siete músicos para siete libros en los que su vida artística es secundaria, en los que manda ser creativos y crear nuevas historias.
La Feria del Libro de Madrid vuelve a ocupar el Paseo de Fernán Núñez en El Retiro tras su cancelación el pasado año por lo que todos sabemos. Desde el 10 hasta el 26 de septiembre, las firmas se multiplicarán, las adquisiciones de libros subirán y pasear por sus casetas nos hará creer que estamos en la (aparente) normalidad. Supongo que estaréis esperando que lance una lista de volúmenes sobre música, biografías prohibidas y fenómenos culturales. Pero no. Toca hablar de músicos que publican libros que no tratan sobre ellos mismos. Fuera egos.
David Byrne: Diarios de Bicicleta (Reservoir Books, 2019)
Comenzamos la lista con, quizás, el libro más sorprendente. Sorprendente por el cambio de tercio. El artista escocés tiene dos pasiones: la música y la bicicleta. De la primera ya hemos tenido constancia durante décadas. De la segunda, hace un par de años nos llegó este ejemplar en el que Byrne relata en primer persona sus recorridos a pedales por ciudades como Buenos Aires, Londres o Berlín, recorridos en los que reflexiona sobre temas de actualidad (musicales o no).
Ramón Rodríguez, José Ramón Grela: Alfa, Beta, Bronson (Glénat, 2016)
Nos vamos al mundo de los libros ilustrados, del cómic, para abordar esta historia creada por Ramón Rodríguez, conocido como The New Raemon en el popular musical. En estas más de cien páginas se relata la historia de Chema, un hombre que se ha mudado a Barcelona (ciudad que no puede ver), trabaja en una tienda de cómics, echando de menos su Fender Telecaster y manteniendo la cordura gracias al visionado de las películas de Charles Bronson. Ahí es nada.
Zahara: Trabajo, piso, pareja (Aguilar, 2017)
Últimamente la cantante jienense ha saltado a los titulares por sus ¿problemas? con la censura, pero lejos de emborronar su carrera artística, este hecho no ha sido más que una historia más que contar a sus heredero. Relatar a través de las letras de sus canciones se le hacía breve y se decidió a ampliar fronteras en 2017 con este libro en el que aborda los problemas actuales para abordar vida familiar y profesional y, con ello, conseguir lo que se espera de nosotras.
Marc Ros: El regreso de ABBA (Suma, 2020)
Como si de un visionario se tratase, el frontman de Sidonie tituló a su primera novela con la noticia que ha copado los titulares de la última semana. Un título que, además, comparte nombre con el último disco de la banda catalana. Ros se apoya en la música para contar la historia de Abba, Hugo y Domènech, tres artistas que se citan en Cadaqués para dar un cambio a sus vidas. Un relato generacional con el Mediterráneo como protagonista.
Fee Reega: Purpurina y percebes (Canalla Ediciones, 2017)
Nos sumergimos por un instante en el mundo de la poesía de la mano de la cantante alemana. Escribir en verso se parece a ejercitar la mente a través de un sudoku: es necesario colocar los símbolos adecuados para que el resultado sea el adecuado. Fee Reega salta a este vacío de la mano de las canciones, ya que nos encontramos ante un poemario-cancionero. Lirismo, personajes secundarios, humor negro y cotidianeidad.
Mr. Perfumme: Gordo de porcelana (Temas de Hoy, 2021)
Ya solo por el título merece una mención. David Pascual, pues este es su verdadero nombre escondido tras el alias, escarba en las profundidades de la Valencia de los noventa. En la cara reflejada en el espejo. En esa imagen que no quieres ver aunque sepas que es la realidad. Si te gustaron Saber matar y Transirak, vete de cabeza a por la última novela del cantante que le escribió una canción a Charlie Sheen.
Alberto Rodway: ¿De dónde vienen las canciones tristes? (Editorial Dalya, 2017)
No podíamos cerrar la lista sin recordar el libro de relatos publicado por el vocalista y letrista de una de nuestras bandas de cabecera: Detergente Líquido. A nadie le sorprendió que Alberto Roadway hiciera públicos sus textos. A nadie que conociera al dedillo las letras que nos acompañado desde hace más de un lustro desde la bahía de Cádiz. Pequeñas historias de cuatro minutos ahora en formato papel.