Menta vuelve de manos de Sonido Muchacho con «Lo que me falta», adelanto de su primer largo. Se viene buen año.
Una de las últimas sensaciones del pop underground capitalino vuelve al ring. Menta le gana el pulso a aquellos que creían que serían flor de dos canciones. Y lo hacen con su último videosencillo: «Lo que me falta».
Si una piensa en Menta, en esas hojas verdes espinadas, lo mismo me voy de viaje al otro lado del charco con un mojito en la mano, que cruzo el Estrecho con la pituitaria en busca de un té moruno bien caliente. Un maravilloso digestivo y una solución para aquellos que sufran de cefaleas. Menta, en ese formato quíntuple de guitarras y voz, también consigue que tu pasaporte sea marcado. Por sonidos del pasado remoto, del reciente ayer o del pop alternativo que marcará tendencia durante los próximos años. Ya se veía venir con sus anteriores EP, y la certeza ha llegado con «Lo que me falta», adelanto de su primer largo.
«Lo que me falta» aparece como la continuación natural de «Mafe». El inicio de guitarras contundentes no deja dudas: la acción ya ha sido ejecutada. La pérdida se esfumó y, por incoherente que pueda resultar, también llegó una ráfaga de libertad. Menta ahonda, tanto en su videoclip (dirigido por Nico Bonet y Raúl Bejar) como en su letra en cómo la soledad es capaz de modificar nuestras anteriores rutinas y darnos una ventana cuando una puerta se ha cerrado. Aprender a querernos más, a saber que sin los agentes externos, nuestro mundo sigue girando. Y puede girar en torno a otros satélites.