Cariño publica «Llorando en la acera», tercer videosencillo de su trilogía visual y el desenlace a sus cintas robadas.
Fotografía: María Capastrobist
Los tiempos han cambiado, las personas con él y la forma de relacionarnos ha dado más vueltas de campana que un coche de rallies. El single era una pieza especial hasta que nos convertimos en un animal (casi) exclusivamente visual y el videoclip apareció ante nuestras vidas. El consumo siguió con su personalidad pantagruélica y la música necesitó de la resiliencia para sufragar su naturaleza. La reinvención estaba más cerca de lo que pensábamos, en el videosencillo, y Cariño han querido dar un paso más allá: la trilogía del videoclip.
Cariño no han encogido la ropa de color, ni a los niños ni a sí mismas. Aunque lo suyo también tenga que ver con las trilogías. El trío afincado en Madrid regresa de la mano de Sonido Muchacho y hace unos días publicó el tercer vídeo de su trilogía: «Llorando en la acera». Ya estábamos enganchadas a esta microserie después del golpe de efecto de «Si quieres», su primer capítulo, en el que durante la fiesta de escucha de este nuevo sencillo, entre amigues, conocides y fanses, los Asco se colaron y mangaron las grabaciones de su último trabajo.
Y del dolor de cabeza (de resaca y de desazón) que llegó con «No me convengo», momento en el que descubren que las cintas han desaparecido. Tras una mañana de darle vueltas al coco y encontrar pistas (sin saberlo) en pasatiempos y redes sociales, comprueban que hay vídeos que demuestran que el guapo de Asco sustrajo el maletín sin ningún tipo de vergüenza.
Y, ahora, por fin llega «Llorando en la acera», último capítulo de la microserie de Cariño. El trío se funde en ropa nueva y clases de defensa personal, dispuestas a la venganza. Crean un plan y un mapa fantabuloso para llegar a la cueva de los Asco y recuperar lo que es suyo. Un plan que saldrá a las mil maravillas gracias a la rapidez de las Cariño y a la torpeza de los Asco. Ya se veía venir en el nombre que no.