El pasado jueves acudimos al Café Comercial para ser testigos del paso por Madrid de las barcelonesas Side Chick.
Fotografía: Eva Sanabria
El Café Comercial es uno de los espacios con más solera del Madrid actual, aunque sus raíces decimonónicas no invitan a su asociación con el rock. Sin embargo, el nexo con la música en vivo le ha llegado a través de un ciclo de conciertos patrocinados por una conocida marca de bebidas alcohólicas, que ha convertido la planta superior de la cafetería en una improvisada sala de conciertos en la que asistir a eventos protagonizados por estrellas en ciernes mientras se disfruta de algún que otro lingotazo a precios más que populares, lo que por desgracia convierte estos eventos en no aptos para menores. El pasado jueves 9 de junio tuvimos la oportunidad de acercarnos hasta el veterano café para asistir al concierto de Side Chick.
Este trío barcelonés es sobradamente conocido en esta casa tras haber asistido a un concierto que ya se siente como algo perteneciente a otra vida y haber pasado algún tiempo con su debut homónimo, por no mencionar nuestra guía de escucha de la banda cuando apenas contaban con tres canciones publicadas. Ello hacía que sintiera cierta obligación moral de acercarme a ver la renovación de su propuesta presentada en Do It Myself (Industrias Bala, 2022) —su segundo trabajo—, con una formación en la que a Maïa Vidal (voz y bajo) y Eduardo Benatar (batería) se suma ahora Ariadna Font (guitarra y teclado).
Eduardo fue el primero en salir a escena, emprendiéndola con un ritmo bastante contenido mientras sus compañeras subían al escenario ataviadas con sus galas usuales, saludando brevemente y empuñando sus instrumentos mientras Maïa se comprometía a darlo todo sin importar que el escenario se les quedara un poco pequeño. «Shut Your Whore Mouth» es a estas alturas un pequeño clásico del grupo y fue el tema elegido para abrir un estupendo concierto en el que las canciones de su primer trabajo se intercalaron con las del segundo y con algunas versiones: «Cherry Bomb» —aparentemente casi obligatoria para los grupos femeninos de talante rockero—, la mucho más inesperada «Bailaré sobre tu tumba» y la siempre genial «Deceptacon», con la que el trío puso fin a su actuación. Por el camino pudimos escuchar desde la añeja «Superman» hasta la novísima «Overrated», sin olvidar una «My Love For You» que al menos en mi cabeza es uno de los estandartes de la banda. Por supuesto, también hubo tiempo para interpretar la estupenda «Bones», uno de los temas incluidos en el nuevo trabajo pese a haber sido publicado originalmente en You’re the Waves (Crammed Discs, 2015), el tercer álbum en solitario de Maïa Vidal. Por lo demás el concierto dejó claro que la banda no pierde un ápice de su presencia escénica ni de su energía por más pequeño que sea el escenario y sin importar que la audiencia esté sentada o en pie.
