El dúo Tú Peleas Como Una Vaca publica su primer EP, Ni mu. Electropop entre videojuegos y avances tecnológicos.
El dúo madrileño Tú Peleas Como Una Vaca se merecía aparecer el primero en estas reseñas del letargo veraniego. Ola de (tri)calor aparte, su último disco podría recorrer las playas de chiringo en chiringo. Ni mu (Atomic Records, 2022) se moja en playas repletas de bañistas, en calas que colapsan las redes sociales y las listas de los blogs de viajes. Se pasa de rosca en las discotecas más electro-chill de las islas. Y se pasa todas las pantallas del videojuego aunque Tú Peleas Como Una Vaca (guiño, guiño).
El electropop está de enhorabuena con la llegada de Jorge y Julio aka Tú Peleas Como Una Vaca. Si quieres citas gamers de cuando cambiábamos cartuchos a la Game Boy, las tendrás. Si te sientes más identificado con la yincana buscadora de gimnasios de Pokémon, también (¿verdad, «Lo mío no es bailar»?). Si eres un fan fatal de las tecnologías, pero crees que tu relación con los señores de internet se está yendo de las manos (y tu tóxica relación sentimental), también te sentirás identificado con «Siri». Y, mejor aún, si disfrutas de versiones que son mejores que las originales, te sorprenderás dándole una oportunidad a la electrobachata «Ateo (Yo era Hetero)». Entre sintetizadores a doquier, melodías pop y la senda de las bandas sonoras de los antiguos videojuegos se encuentra el primer EP de Tú Peleas Como una Vaca. Un disco en el que no falla la presencia de la sobre-explotación de las redes sociales («Postureo») ni su opinión sobre los géneros musicales actuales («Me Niego Rotundamente a Bailar Reguetón»).
Ni mu se despide con su canción más (verdaderamente) comercial y la que menos se sirve de lugares de comunes. Un hit hecho para las pistas de baile que atiende al magnético nombre de «Hechicera». Su tema más cercano al indie pop que puebla todos los festivales veraniegos, las frecuencias nacionales alternativas y las stories de todos aquellos que tapan sus muñecas con pulseras de tela. Temarracos (con calor y sin él) los de Tú Peleas Como Una Vaca.