El Buen Hijo nos regaló el pasado junio Pasatiempo, un EP con cuatro fórmulas pop para un verano sentimental.
Pocas palabras contienen tanto significado (oculto) como pasatiempo. Aquel que compras en el quiosco de la estación antes de comerte un viaje de cinco horas en autobús. El entretenimiento que te supone acostarte con un tipo cada noche. Los hobbies que nos entrenan la mente y nos mantienen alejados de nuestros miedos reales. A distancia sin quitarles ojo de encima. Ahora Pasatiempo (Sonido Muchacho, 2022) también te recordará al último EP de El Buen Hijo. Un brillante divertimento de diez minutos.
Las vacaciones siempre suponen un punto de inflexión, tanto para las parejas encaminadas como para las avocadas al fracaso. Para aquellas personas que tienen la vida resuelta o para aquellos seres que se encuentran en pleno cruce de caminos (sin saber hacia donde continuar su senda). Pasatiempo, el reciente EP de El Buen Hijo, lejos de quedarse en la superficialidad de las corrientes veraniegas, ahonda en esas sensaciones que nos dejan los amores de verano (o los viajes en pareja). Desde la necesidad de salvar(se) de «Calle del Calvario» (que nos lleva a sus coetáneos Detergente Líquido tanto en la cadencia como en su lírica), pasando por la fantástica «Crucigrama» (que tanto recuerda al indie pop fresonero), en la que la incógnita sentimental te inquieta, te perturba y te preocupa. «Las Azores» no sólo nos lleva a las islas, también a La Casa Azul más primitiva mientras las primeras vacaciones no se presentan con el resultado esperado. Para terminar, nada de selfis y stories que televisan nuestra escapada: «Rápido y nrutal» te lleva a ritmo frenético por una escala tóxica (por suerte) ya finalizada. Varios puntos de vista, todos rellenos de pop melódico y fresco en este fantástico Pasatiempo de El Buen Hijo.