Noche de rock’n’punk con el directo de Fundación Francisco Frankenstein y Amigas Íntimas en la sala El Sol de Madrid.
La noche del martes 24 de enero hacía un frío del carajo, pero Madrid tenía ganas de fiesta. Así lo atestiguaba la fila de espera de la sala El Sol a las 21 horas (horario marcado en el cartel, aunque en la realidad volviéramos a los antiguos turnos de la céntrica sala). Una cola que engañaba a quienes se querían pasar por el bufé asiático vecino, aunque nuestras caras nos hacían ser sinceros desde el principio: se nos veía a la legua que estábamos afiliados a la Fundación Francisco Frankenstein y que dentro teníamos varías Amigas Íntimas.
Para nuestra sorpresa no se colgó el cartel de entradas vendidas. Sí, era martes y la cuesta del primer mes entraba en sus etapas más escarpadas, pero el cartel lo merecía: Fundación Francisco Frankenstein defendiendo su segundo largo y el (casi) estreno de Amigas Íntimas. El trío aparecía en el escenario para presentar sus primeros temas y actuar por segunda vez ante el personal. Un examen aprobado con nota. Es cierto que la fórmula cuenta con pocos puntos de ruptura (ser parte de Biznaga, Tiburona y Texxcoco no es moco de pavo), pero las simbiosis hay que trabajarlas y el sonido de Amigas Íntimas ya cuenta con el poso de formaciones que cumplen aniversarios juntas. Además de su primer sencillo, Verano muerto, el trío parece crear únicamente hits (como «Enemigo», otra de las que sonó). Quizás por la división de poderes fáctica, quizás por el juego de melodías, quizás por encontrar el equilibrio entre el salvajismo del garage y el punk y la melodía del pop. Sea como sea, visita obligada es el directo de Amigas Íntimas y la escucha de su inminente EP.
Tras la labor telonera, le llegó el turno a la asociación más gamberra de la costa mallorquina. Fundación Francisco Frankenstein recoge acólitos y crea nuevos abonos entre antiguos seguidores de Germán Coppini y las nuevas juventudes que se identificaron con el gamberrismo y los juegos de palabras de Siniestro Total o Toreros Muertos. FFF no engaña. Así suena, así barrunta. En la Sala Sol o en el descansillo de tu piso. Cantándole a los males del primer mundo y enseñando tarjeta roja a todo aquel que no sepa disfrutar del placer de no hacer nada. «Lo que no puede ser», «Negacionista», «Palabra de chamán» o «Gracias por irte» fueron presentadas por David antes de berrearlas, dando en el clavo (perdón por el chiste) con cada berreo. Si no que nos pregunten a los que perdíamos la voz con cada juego de palabras. El punk descarnado, el pop más gamberro… qué más da donde encasillar a la Fundación Francisco Frankenstein si a los dos segundos vas a corear himnos como «Atado y bien atado», «Superpobre», «Barbacoa en Varanasi», «No se os puede dejar solos» o su recién parido nuevo sencillo, «Todo lo contrario». Se viene tercer largo… y esperemos que nueva visita a la capital.