Luis Brea y el Miedo en El Gran Café

Luis Brea es a menudo considerado poco menos que un apóstol del madrileñismo, pero por una vez hemos salido de su hábitat natural para verlo en directo.

Con tres álbumes publicados y una creciente presencia en los festivales veraniegos patrios, hace tiempo que dejó de ser posible referirse a la propuesta de Luis Brea como emergente o minoritaria. De hecho, la tardía presentación de Usted se encuentra aquí (Altafonte, 2017) en Madrid tendrá lugar en Joy Eslava, un recinto de características nada modestas y amplio aforo. Pero ello no impidió que el pasado viernes 10 de noviembre aprovecháramos nuestro paso por León para asistir al concierto de Luis Brea y el Miedo en El Gran Café, una sala cuyo tamaño más comedido prometía una oportunidad de disfrutar del repertorio de este ilustre alcorconero con mayor proximidad de lo que viene siendo usual en sus conciertos.

Con El Gran Café prácticamente lleno y tras excusarse por un leve retraso del que culparon jocosamente a Julio Ruiz, Luis Brea y el Miedo tomaron el escenario ante un publico completamente rendido ya antes de que sonara una nota, mientras el músico madrileño hacía unas conexiones de última hora en su pedalera. El inicio del concierto puso el acento en las canciones procedentes del último trabajo del grupo hasta llegar a «Nueva generación», que hubo de ser interrumpida por un problema con el volumen del sampler sin que ello supusiera un obstáculo para que durante la segunda intentona esta canción alcanzara toda su rockera majestuosidad. Los años que los componentes de la banda de Luis Brea llevan tocando juntos se hacen notar, revelándolos como músicos más que capaces de imprimir su carácter de maquinaria bien engrasada tanto a los temas más recientes como a los procedentes de Hipotenusa (Marxophone, 2012), haciendo una relectura más guitarrera de los mismos. No obstante, ello no impide que canciones como «Dicen por ahí» continúen mostrando una ambigua personalidad sonora que oscila entre lo más kitsch de la canción española y el costumbrismo de nuevo cuño que tantos adeptos ha ganado para la causa de Luis Brea.

Hacia el final de la actuación y la banda se retiró del escenario, dejando momentáneamente solo a un Luis Brea que se lanzó a una interpretación de «»Baso» es con «v»», tan íntima que prescindió de micrófono hasta la llegada de los versos «solamente vuelves a mi cabeza / cuando ponen esa puta canción de Los Planetas», seguidos de la entrada triunfal de la batería al ritmo de «Segundo premio» del grupo granadino. Para el fin de fiesta Luis Brea reservaba dos temas de sus primeros trabajos: «El verano del incendio» fue calurosamente recibida por un público ya entregado al baile mientras coreaban aquello de «no hagan esto en sus casas», aunque fue superada por una «Automáticamente» que a estas alturas no cabe calificar de otra cosa que aspirante a clásico moderno.

No parece que el percance sufrido por el bajista Nacho Mora un día después en La Salvaje de Oviedo vaya a impedir los próximos conciertos de Luis Brea y el Miedo, que tendrán lugar en las siguientes fechas: